Luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el histórico fallo que legalizó el derecho al aborto en todo el país en 1973, los discursos contra los derechos de las mujeres y personas gestantes se volvieron a instalar en todo el mundo, y en particular en la Argentina, donde dirigentes de la derecha insisten en volver a discutir el aborto Legal, Seguro y Gratuito. Uno de los que planteó retrotraer el derecho adquirido de mujeres y personas gestantes en la Argentina fue Nicolás Massot, director en el Banco Ciudad, quien lanzó: “La discusión del aborto no está saldada en Argentina”. El aborto en la Argentina fue aprobado en 2020 bajo la Ley 27.610.
En este marco, el expresidente del bloque de PRO en Diputados recordó que él votó en contra del proyecto en el Congreso y que se opondría nuevamente si se volviese a discutir en la Argentina "Para mí es una discusión que no quedó saldada porque sigue dividiendo a la sociedad y es una discusión directamente asociada a la ponderación de derechos, no como dice la mayoría", lanzó en Futurock.
Massot sostuvo que los que votaron en contra de la interrupción voluntaria del embarazo tienen un patrón común que es "la ponderación de derechos que no tienen que ver con creencias religiosas porque muchos de lo que votaron no tienen creencias". "Es así que el patrón en común es la ponderación del derecho a la vida por sobre el derecho a la autodeterminación. Y no es negar un derecho sino entender cuál vale más", agregó.
Luego, el dirigente fue consultado sobre si el Congreso debería volver a discutir el proyecto de Aborto legal, seguro y gratuito, pero prefirió no contestar directamente la pregunta y solo acotó que su postura no cambió y que "sigue estando en contra del aborto porque quita un derecho más de lo que asigna". "Hay motivos por el cual debería actuar la justicia", cerró dando a entender que en la Argentina la Corte también podría fallar en contra de la legalización del aborto.
La anulación de la Corte al fallo Roe contra Wade permite a los Estados establecer sus propias prohibiciones y restricciones, lo que no significa que se prohibirá la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en todos los Estados Unidos, pero sí se calcula que 26 de los 50 estados están dispuestos a derogarlo o aplicar medidas restrictivas en mayor o menor medida.
Massot aseguró que el aborto "es un fracaso y hay que combatirlo"
Hace años que Massot insiste en eliminar derechos y, previo a la aprobación del proyecto del Aborto Legal, Seguro y Gratuito, había asegurado que “el aborto es un fracaso y los fracasos se combaten, no se los legaliza”. “Hay que legislar para evitar los abortos, no para darles gratuidad convirtiendo al Estado en facilitador de muchas muertes”, enfatizaba en 2018 el diputado, quien en otras ocasiones había defendido que para el procedimiento “se tendría que considerar como requisito el consentimiento del padre” o, en caso de aborto clandestino, aplicarle a él también una pena.
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“Las cifras oficiales indican que en 2016 hubo 31 muertes de mujeres por abortos provocados, sobre un total de 171.000 muertes femeninas. Mueren más mujeres de SIDA y de mal de chagas que por aborto. No hay que mentir con las cifras”, sostenía Massot, quien no tenía en cuenta las estadísticas del Ministerio de Salud que indicaban un promedio de medio millón de abortos realizados por año y, además, daba un dato erróneo sobre el fallecimiento por interrupción del embarazo: según datos de esta misma cartera, fueron 43 de 245 muertes maternas durante el 2016.
Como alternativa, planteaba “avanzar en la posibilidad de reducir las penas a las mujeres que en situación de vulnerabilidad o por presión de su pareja debieron abortar” y aumentar las condenas para “los practicadores, cómplices e instigadores de un aborto”.