La discusión por el aborto legal en el Senado se tensa cada vez más. El poroteo más optimista da cuenta de la ventaja de un voto o dos a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, el menos optimista apunta a un empate que en ese caso debería desempatar la presidenta del Cuerpo, Cristina Kirchner, quien en 2018 votó a favor y se espera que repita su voto. Pero, ¿cómo fue cambiando el pensamiento y la concepción de la expresidenta sobre este tema?
Durante los 12 años de kirchnerismo, el proyecto de aborto legal ni llegó a discutirse en comisiones. En 2015, el reclamo de #NiUnaMenos irrumpió en la sociedad y puso en evidencia la violencia machista de un sistema patriarcal que somete a las mujeres, personas trans, travestis y no binaries. Junto con el reclamo para que dejen de asesinar a una mujer cada 30hs, casi en paralelo se expuso el reclamo histórico que llevaba adelante la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto desde el 2005.
En contrapartida, durante los gobiernos de Néstor y Cristina se aprobaron leyes que apuntaban al cuidado y asistencia de mujeres e identidades femeninas: AUH, Calendario de Vacunación, Parto Humanizado, Ley de Identidad de Género, Matrimonio Igualitario, Programa de Salud Sexual, incorporación de la figura de “femicidio” al Código Penal, Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes, entre otras.
En el 2018, el proyecto de aborto legal llegó al Senado. Se esperaba con ansias el discurso de Cristina. La senadora de Unidad Ciudadana ya había adelantado su acompañamiento al proyecto, aunque fue criticada por cambiar de postura –como si una persona no pudiera cambiar de parecer-.
“Algunos dicen que fue mi hija la que me hizo cambiar de opinión, pero no, no fue ella. La verdad que ella me abrió la cabeza a abordar la cuestión feminista desde un lugar diferente, tal vez porque tuve la suerte desde muy joven de formar parte de una generación que educada o formada o formateada en aquellos años, los ‘60 y ‘70, donde surgía la pastilla anticonceptiva, la minifalda, el busto, la revolución cubana, no teníamos esta cuestión de género. Fue una ráfaga en el mundo, porque después hubo retrocesos. Esa generación que fue aniquilada, no había distinciones. Éramos pares.
Los que me hicieron cambiar de opinión fueron las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle, fue verlas abordar la cuestión feminista, criticar pero también describir la realidad de una sociedad patriarcal", aclaró la expresidenta en agosto del 2018 cuando tomó la palabra.
También, en su alocución replicó: "Estamos rechazando sin proponer nada alternativo, la situación va a seguir siendo la misma. Si tuviera la certeza de que votando negativamente no hay más abortos en la Argentina, no tendría ninguna duda en levantar la mano. El problema es que este cuerpo hoy va a rechazar lo que viene como media sanción y van a seguir produciéndose abortos. No es una cuestión de convicciones, sino de respuestas a un problema que existe".
En su libro Sinceramente (2019), la ex jefa de Estado habló sobre su reflexión alrededor del aborto. En una parte, cuenta que no llegó a hablarlo con el papa Francisco pero que sí lo había hecho con los obispos Ojea Quintana y Carrara cuando la visitaron en su casa: "Les dije que era un tema que nos interpela y por el cual tenemos que sí o sí interrogarnos. Por mi parte sigo sin estar de acuerdo con el aborto y nunca lo practiqué".
“Florencia es una madre soltera que decidió tener a Helenita, mi nieta…¿qué hubiera pasado si me decía que no la quería tener y que había decidido abortar? ¿Yo qué hubiera hecho? Sin dudas la hubiera acompañado. Esa tarde sentí que me interpelaba a mí misma. Es tan difícil modificar las creencias o aceptar las razones del otro cuando no coinciden con la fe de cada uno", relató Cristina.
Junto a la reseña de Florencia, hizo mención a diferentes diálogos y situaciones vividas con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para remarcar como una mujer ya grande y con historia propia puede modificar sus pensamientos o actitudes conforme al pensamiento de sus hijos.
"Qué cosa las mujeres argentinas con los pañuelos, blancos, verdes, las madres, las hijas, las nietas y…también los pañuelos celestes. (…) Yo antes era una persona que decía ´no soy feminista, soy femenina´. ¡Qué estupidez! No fue solo Florencia la que me hizo cambiar, fueron también las pibas del secundario y mis nietas, Helenita y María Emilia a quienes las imaginé 12 años más tarde".
En agosto del 2018, en un pasaje de su discurso, la senadora apuntó: “Tengo 65 años. Dentro de 15, voy a tener 80. Elenita, mi nieta, va a estar en 5º año y María Emilia en 4º año. Y la verdad es que para cuando estén en 4º y 5º, esto va a estar sancionado. No tengan dudas”.
También, Cristina está atravesada por una historia dolorosa por la pérdida de un embarazo que atravesó en 1983: “Yo tuve entre Máximo y Florencia otro embarazo en 1983 que aborté trágica y brutalmente en el quinto mes de embarazo. "Siempre me dijeron que era un varón y que si la neonatología hubiese tenido el desarrollo que tiene hoy, se hubiese salvado".
En una entrevista con Víctor Hugo Morales en 2017, relató que "en el quinto, casi sexto mes de embarazo" sufrió esa situación que fue un "aborto espontáneo". Reveló que ese episodio trágico de su vida la afectó profundamente: "Yo tuve cuatro o cinco días de cosas muy feas. De pérdidas muy feas y quedé muy traumatizada. Después no podía quedar embarazada por la cabeza. Fue producto de ese trauma brutal que sufrí".
“Me molesta mucho la estigmatización de los que no están de acuerdo con el aborto y que creen que las que sí están de acuerdo son brujas que deben ser quemadas en la hoguera", se sinceró en ese momento.
Florencia fue clave para que ella “abriera la cabeza”, para entender, comprender la lucha del movimiento feminista para que el aborto sea legal, seguro y gratuito. En abril de este año, la cineasta brindó una entrevista a FutuRock y contó las discusiones que mantuvo con su madre, que muchas veces que terminaban con "portazos" cuando debatían por la legalización del aborto. "No fui yo sola. A ella verdaderamente le impactó mucho el tema de las pibas tan chicas. A mi mamá eso es algo que siempre le va a interpelar por más que siga siendo ortodoxa, como dijo ella anteayer en una discusión que tuvimos. Pero se vio muy interpelada por lo que sucedió socialmente. Eso existió. Hubo peleas tremendas, con portazos, con todo. Pero sí, la interpelaron muchísimo el movimiento de mujeres y las pibas tan jóvenes", expresó.
A Cristina la interpeló la cuarta ola feminista, la revolución de las hijas, el movimiento social que copó las calles de Argentina.