La convicción de que todo lo que tenga que ver con la pandemia reviste una gravedad que no deja lugar para avivadas o dobles mensajes, decidió rápidamente al presidente Alberto Fernández a pedirle la renuncia a Ginés González García después de enterarse de que en el ministerio de Salud se habían vacunado funcionarios y allegados salteándose el pedido de turno correspondiente. "Con la vacuna no se jode", fue la frase con la que se justificó el Presidente, pese al cariño y respeto que siente por el ahora ex ministro. "Fue un error enorme de Ginés y de su círculo cercano. También una pena enorme pedirle la renuncia, pero era lo que debía hacer", expresó Fernández por la noche. Un rato antes le había ofrecido el cargo a la viceministra Carla Vizzotti, una funcionaria de su confianza, quien asumirá hoy a las 17 en Olivos.
Fue el cierre de una jornada que estaba pensada con una agenda muy diferente, con el acto de lanzamiento del Consejo Económico y Social como atracción central. Mientras regresaban del CCK, el Presidente se enteró de lo que había contado el periodista Horacio Verbitsky en El Destape Radio y, al mismo tiempo, percibió la justificada ola de indignación que se iba apoderando de las redes sociales con el tema. Fernández llamó de inmediato a Ginés -con quien acaba de compartir el acto en el que dio un mensaje que giró alrededor de la ética- para pedirle explicaciones. El ministro le comentó que era algo que habían hecho sus colaboradores y que las vacunaciones ocurrieron el jueves cuando él viajo a Entre Ríos. La respuesta no convenció para nada al Presidente.
Convocó a su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para conversar sobre la cuestión. Cafiero volvió a llamar con Ginés, quien buscó restarle importancia a lo sucedido. "Esto va en contra de lo que siempre decimos, que hacer política no es para tener privilegios. Es un error grave", le comentó Fernández a Cafiero. Uno de los puntos que más le molestaban era que Ginés se había cortado solo con esta decisión, que ni siquiera los consultó. El Presidente instruyó al jefe de Gabinete para que le pidiera la renuncia y que en su lugar asumiera Vizzotti, la reemplazante lógica.
"Alberto está muy dolido", aseguraban anoche en el primer piso de la Casa Rosada por la decisión que había tenido que tomar. Comentaban que eso no quitaba reconocimiento a la gestión de González García al poner nuevamente el Ministerio de Salud en marcha y lo realizado para hacerle frente a la pandemia. El propio Ginés se encargó de hacer un repaso de su tarea en el cargo en su carta de renuncia, en la que también descargó culpas en su secretaría privada por el operativo de vacunación paralelo. Esa explicación no cayó bien en Gobierno. La lista de vacunados en el Ministerio hacía pensar que se trató principalmente de un favor al empresario marplatense Florencio Aldrey Iglesias y su familia, y que luego sumaron al resto. Allí fueron, además de Verbitsky, el senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés, ambos miembros de la comitiva que acompañaría al Presidente a México.
En Gobierno explicaban que no existió ninguna disposición oficial para que los miembros de la comitiva se vacunaran, sí para que se hisoparan. Taiana, de 70 años, y Valdés, de 65, pidieron vacunarse y terminaron en el operativo de Salud, por lo que el Presidente decidió bajarlos de la comitiva con la misma lógica que actuó en el caso de Ginés. "Son dos personas de mucha experiencia y sabían que no estaban procediendo como correspondía. No vamos a tolerar la política del privilegio", remarcaban en Gobierno. El canciller Felipe Solá, también de 70 años, no se apartó del plan original y se aplicó la vacuna en el Hospital Posadas, por lo que fue ratificado en el cargo y viajará a México.
A las 21.30, el presidente Alberto Fernández dejó la Casa Rosada rumbo a Olivos rumiando fastidio. Cafiero se quedó reunido con Vizzotti ultimando los detalles del traspaso de hoy. La secundará como vice Alejandro Costa, actual subsecretario de Estrategias Sanitarias. Ambos son quienes vienen llevando el día a día de la lucha contra la pandemia, así que no deben esperarse grandes cambios en la política oficial. Sí tratarán de imprimirle un mayor dinamismo a la gestión, buscando intensificar la campaña de vacunación a partir de la llegada de las nuevas dosis la semana próxima. En Gobierno se ilusionaban con la idea de que el episodio pronto quede en el olvido. "Hoy quedó empañado, pero el Consejo Económico y Social es una gran iniciativa que esperamos que perdure, Lo de Ginés dentro de un tiempo se va a recordar como una anécdota", sostenían.