Si hubo una dimensión social utilizada estratégicamente por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta para confrontar con el Gobierno Nacional y consolidar todo su capital político durante los últimos dos años de pandemia fue la educación y la escuela pública. A pesar de la crisis sanitaria, las muertes de los trabajadores y docentes, y las recomendaciones de lxs expertxs, el discurso unilateral del jefe de gobierno porteño se basó en el lema de que lxs chicxs tenían que estar en las aulas. Mientras las cámaras lo enfocaban se abrazó a esa bandera, y aprovechó la opinión pública para construir y posicionar la imagen de la ministra Soledad Acuña. El único objetivo fue posicionarse al frente de la oposición con fines meramente electorales y especulativos. Pero como generalmente ocurre, tarde o temprano cuando baja la espuma se ven las verdaderas intenciones.
Palacio Ceci, de escuela para sordxs a sede del distrito del vino
En febrero de 2022 la comunidad educativa de la Escuela Especial N’ 28 para sordos Profesor Bartolomé Ayrolo, del barrio de Devoto, que funciona en el histórico Palacio Ceci, denunció que el Gobierno de la Ciudad tenía en sus planes ceder dicho espacio como sede del Distrito del Vino para impulsar un polo comercial de la actividad vitivinícola. Lo paradójico es lxs docentes y familias se enteraron de ese plan a través de un tuit publicado por Nora Vicario, Ministra de Cultura y Turismo de Mendoza, que luego eliminó de su cuenta: “La ministra visitó el Palacio Ceci, futura Casa del Vino en el Distrito del Vino en CABA. Un espacio y vidriera para mostrar las bodegas y experiencias”.
El Palacio Ceci fue construido en 1913, y en 1938 fue alquilado por el Ministerio de Educación para que funcionara como vivienda del profesor Bartolomé Ayrolo, quien falleció allí en febrero de 1942. Hace 80 años que el edificio se convirtió en una escuela especial para niñxs, y allí concurren cada día más de 450 alumnxs de los niveles primario, secundario y de adultos.
Por su antigüedad desde hace años que la cooperadora del colegio y la comunidad organizada exigen su restauración. En ese marco en 2021 el gobierno de Larreta aseguró a la directora de la institución María Rosa López, que procederían a vaciar el palacio para restaurarlo. Al momento los alumnxs no estaban utilizando los espacios del Palacio por las malas condiciones. En febrero se publicó en el boletín oficial que el Ministerio de Educación restituía el edificio a la Administración General de Bienes, y a los pocos días llegaron empresarios y dueños de varias bodegas de Mendoza para iniciar tratativas y coordinar la construcción de lo que será el camino del vino, encabezada por que José Luis Giusti, Ministro de Desarrollo Económico. La restauración tan celebrada no tenía que ver con la demanda educativa, sino con un negocio.
En vez de defender la educación pública y fortalecer la identidad barrial, vinculada a la escuela, el gobierno porteño termina siendo un agente activo de los procesos de gentrificación, que se plasman en el desplazamiento de un sector social por otro, una transformación estética y de los estilos de vida de lxs habitantes de la ciudad. Esto contiene sin lugar a dudas un componente de clase ya que los sectores trabajadores y poblaciones vulnerables son expulsadas y reemplazados por sectores ligados al poder económico, capital privado y el lobby empresarial.
La escuela Indira Gandhi y el proyecto para convertirla en el “Distrito Joven”
Pero el del Ceci no es el único caso de gentrificación educativa. La comunidad de la escuela Indira Gandhi denunció "un cierre encubierto" del predio que ocupan hace 50 años en Costanera Norte, cercano a Parque Norte y Puerto Pibes, en Avenida Cantilo. A la escuela de jornada completa asisten más de 200 estudiantes de primaria y nivel inicial, el 80 por ciento proveniente de la Villa 31. El terreno cuenta con un gran parque y conjuga instalaciones para deportes y recreación como cancha de básquet, plaza de juegos, e incluso una huerta, etc. El gobierno porteño pretende trasladar la escuela al barrio Padre Carlos Múgica, en Retiro, y vender los terrenos para construir el Distrito Joven y un polo cervecero.
A mediados de marzo la Dirección General de Administración de Recursos aprobó una Licitación para concretar “trabajos de Obra nueva para la nueva Escuela primaria común N° 11 y Jardín de infantes D.E N° 1 a emplazar en el Barrio 31 de la Ciudad”, referencia numérica de la Indira Gandhi. No resulta casual la decisión ya que la institución esta ubicada en una de las zonas más caras y exclusivas de la Ciudad, y quieren trasladarla a los márgenes, a un espacio más chico y sin espacio verde.
Además el terreno donde se asentará el nuevo edificio educativo fue escenario del desalojo que sufrió la toma “La Fuerza de las Mujeres”, en septiembre de 2021, donde permanecían 80 mujeres y 175 chicxs, que reclamaban al gobierno de la Ciudad un lugar donde vivir en medio de la pandemia y la apertura de una mesa de diálogo para garantizar el derecho al hábitat y la vivienda. En esa oportunidad fueron violentamente desalojadxs por decenas de efectivos de la ciudad que ingresaron al barrio sin previo aviso, destruyeron las casillas, quemaron las pertenencias de las familias, incluidos útiles escolares, colchones y ropa, y pasaron con la topadora por encima de todo el terreno.
Exigen una ley de patrimonio cultural y educativo
Angélica Graciano, Secretaria General del gremio, señala que Rodríguez Larreta piensa que él es el titular del patrimonio cultural y educativo de la Ciudad de Buenos Aires: “En el caso particular de las escuelas públicas la gran mayoría son de principios de siglo y un número muy grande de la década del 50. Son escuelas muy grandes, con muchas aulas y mucha funcionalidad. Es muy recordado y hay mucho escrito sobre los palacios que construía Sarmiento para los soberanos, que era los niños. Larreta tiene una concepción contraria, y piensa a los edificios según la condición social. Tiene claramente un sesgo discriminatorio. En el caso de la escuela Indira Gandhi se ve con toda claridad porque los niños que viven en lugares pequeños necesitan escuelas grandes, con lugares donde correr, con parques, con árboles, con pájaros”.
“Larreta utiliza un discurso y una retórica de modernización para los edificios escolares y a su vez abandona todo lo que es restauración y mantenimiento, entonces se produce el efecto ‘Ferrocarril’, cuando se deja se deteriora muchísimo y después se necesita mucho dinero para la restauración", explica Graciano. "En el caso de la Indira Gandhi los terrenos son muy costosos pero no se pueden hacer allí edificios porque por ahí pasan los aviones, entonces buscan hacer un circuito comercial para la gastronomía y para emprendimientos millonarios”, agrega.
La Unión de Trabajadores de la Educación exige que desde la legislatura porteña se promueva una Ley de patrimonio cultural y educativo para declarar intangibles los edificios y propiedades educativas. Esta semana varias familias de la Escuela Ayrolo se presentaron en una reunión de la Comisión de Discapacidad para informar la situación que están viviendo. Virginia Valencia, parte de la comunidad educativa, dijo: “La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la ley 2176 de la Ciudad brindan reconocimiento y apoyo a la identidad cultural de las personas sordas y su patrimonio cultural. Ese es el caso del Palacio Ceci, un bien histórico porque se trata de la primera institución para esta comunidad en Argentina. Es patrimonio cultural y lingüístico porque allí se gestó todo lo referente a esta comunidad, por eso es tan importante que se respete”.
La secretaria General de UTE denuncia en este sentido que el gobierno de Larreta es una gran cartera de negocios: “La apuesta es una ofensiva más agresiva y con una campaña comunicacional muy fuerte para descalificar los reclamos de la comunidad educativa. La comunidad de estas dos instituciones esta muy organizada, muy firmes en sus reclamos, y están interviniendo públicamente en todos los foros para difundir cuál es la situación y contar que detrás de esto hay una formulación y declaración de que todo el patrimonio cultural y educativo es mercancía fácil de ser negociable o entregada a los empresarios amigos de Larreta”.