Familiares y amigos de Luciano Olivera, el adolescente de 16 años asesinado de un balazo en el pecho por policías, se manifestaron en el centro de la ciudad balnearia de Miramar y al llegar a la comisaría un grupo de personas comenzó a arrojar piedras y una bomba molotov contra los agentes, quienes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos para reprimirlos. Los incidentes comenzaron minutos antes de las 19, cuando los manifestantes llegaron a las inmediaciones de la seccional que era resguardada por efectivos de infantería, y de la cual también habían sido retirados todos los patrulleros por prevención.
En esas circunstancias, un grupo se desprendió de la concentración y comenzó a arrojarles piedras y hasta una bomba molotov a los uniformados, quienes se agruparon con sus escudos. Luego, el personal de infantería comenzó a dispararles balas de goma a los manifestantes, hasta que otra formación avanzó por uno de las calles laterales de la comisaría y lanzó gases lacrimógenos para terminar de dispersar a los manifestantes.
Algunas personas también violentaron un paseo de compras ubicado en las inmediaciones y que había cerrado sus persianas minutos antes. Entre las personas que marcharon se encontraba el secretario de Derechos Humanos del partido de General Alvarado, Fernando Biscioti, quien afirmó a la señal de noticias TN que la intención de la familia del adolescente era seguir hacia la plaza, pero "hubo algunos muchachos, que por el momento difícil, se desviaron", y allí comenzaron los incidentes.
Si bien se había convocado a la marcha a partir de las 17, media hora antes los vecinos comenzaron a concentrarse en inmediaciones de la plaza céntrica de Miramar, en la esquina de calle 21 y 26. Con aplausos incesantes que se prolongaron por más de 10 minutos, familiares y amigos de la víctima exhibieron una gran pancarta con la leyenda "Justicia por Luciano Olivera. Basta de gatillo fácil".
La manifestación en su mayoría estaba compuesta por adolescentes y una de ellas le contó que era "amiga" de Luciano desde "chiquitos" y que se le "partió el alma" esta mañana al enterarse del crimen. Con el correr de los minutos y sin dejar de aplaudir, comenzaron los gritos de "asesinos" e insultos de todo tipo a la Policía.
"Era el nieto del corazón desde los cuatro años, era muy compañero, yo tengo una distribuidora y era mi ayudante, siempre estaba conmigo para todos lados. Es algo muy triste", dijo a Télam Carlos Benavídez, abuelo de la víctima. El hombre aseguró que el policía Maximiliano González conocía a Luciano porque "vive a dos cuadras" y que ayer en su cumpleaños usó el patrullero para ir a su casa a festejar.
"Llegó a la noche en el móvil y lo subió a la vereda de la casa, después salió con el móvil de vuelta a seguir trabajando", sostuvo Carlos, y añadió: "No tengo explicación porque en la filmación se vio que le tiró a matar". Además, el abuelo descartó que se le haya escapado el disparo como según dio su versión el efectivo González.
Por último, el hombre indicó que a su nieto era una persona "excelente" al que le "le encantaba el fútbol" y al que lo había ido a ver a jugar a Mar del Plata con su madre.
Los manifestantes continuaron la movilización desde la plaza principal hasta unas siete cuadras al llegar a la peatonal y la costa, y luego se detuvieron en las inmediaciones de la comisaría, donde se produjeron los incidentes.