Javier Thompsen es el padre de Máximo, uno de los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. De hecho, el deportista de 20 años integra el grupo de detenidos más complicados dado que habría sido quien le propinó el golpe mortal a la víctima. Y hoy, a varios meses de lo acontecido, el familiar del apresado reveló detalles hasta el momento desconocidos.
En diálogo con Télam, Javier Thompsen reveló que les dicen a los rugbiers cuando salen al patio de la cárcel. Ellos se encuentran detenidos en la Alcaldía La Plata 3 (en Melchor Romero). "Les gritan asesinos", manifestó el padre de uno de los acusados. Allí se encuentran desde el 13 de marzo, tras haber llegado de Dolores.
"Los chicos no pueden acceder a algunos objetos por la presión mediática que hay contra ellos. Todos tienen celulares menos ellos", enfatizó Thompsen, y agregó: "El mayor miedo que tengo es que no se haga justicia por la presión mediática, porque el morbo vende y los derechos se pierden por la presión mediática o la opinión pública".
Sin embargo, el hombre reconoció que puede hablar con su hijo una hora por día, ya que los rugbiers tienen acceso al teléfono de la alcaidía para que cualquiera de los detenidos en ese sector se pueda comunicar con su familia.
"Los chicos no pueden acceder a algunos objetos por la presión mediática que hay contra ellos. Todos tienen celulares menos ellos”, expresó el hombre, quien agregó que los ocho están alojados juntos en el mismo sector, en celdas de a dos, "en una alcaidía donde todas las personas están procesadas sin condena y no tienen contacto visual con otros presos".