El crimen de María Marta García Belsunce es uno de los casos más misteriosos de la historia argentina. Por eso, y a poco más de 18 años del asesinato, Netflix lanzó una serie con un repaso imperdible sobre todo lo que ocurrió a lo largo de la vida de la socióloga y también lo que pasó luego de su muerte que, hasta el día de hoy, sigue siendo una verdadera incógnita. Creer o reventar, aún se desconoce quién fue la persona que la asesinó.
El 27 de octubre de 2002, la noticia conmocionó a todo el país. En el country Carmel, ubicado en Pilar, hallaron el cuerpo de María Marta, quien se desempeñaba como vicepresidenta de la fundación Missing Children Argentina y que tiempo después se supo que investigaba asuntos relacionados al tráfico de menores en la Provincia de Buenos Aires.
Lo increíble del caso es que, tanto los familiares que la encontraron muerta como los forenses que llegaron a la escena del crimen no se dieron cuenta de que María Marta había muerto de cinco balazos en la cabeza y creyeron que se trataba de un accidente doméstico.
El caso tuvo decenas de giros y muchísimas irregularidades. De hecho, varios de los seres cercanos a García Belsunce tuvieron complicaciones con la Justicia. Sobre todo Carlos Carrascosa, viudo de la mujer asesinada, que estuvo preso siete años y medio. En el libro que escribió ("Diario de un inocente"), el hombre comentó: "Tres veces estuve preso por un crimen que no cometí".
Qué fue lo que dijeron los familiares de María Marta García Belsunce luego del hallazgo de su cuerpo
En 2011, los hermanos de María Marta (Horacio García Belsunce y María Laura García Belsunce) y los hermanastros (John Hurtig e Irene Hurtig, hijos que su madre Luz María Blanca Luisa Galup tuvo con Constantino Hurtig) dijeron presente en el programa de Susana Giménez, por Telefe.
- En aquella oportunidad, a María Laura García Belsunce le consultaron cómo fue que no se dieron cuenta que a María Marta no le dispararon cinco balas en la cabeza. La hermana dio su versión acerca de lo ocurrido y explicó: "Más allá de la explicación, yo estuve abrazada a mi hermana y la froté hasta que le di calor. Yo fui la que estuve más cerca de ella. Todo el tiempo le acaricié la cara, cada lugar. No me moví de ahí, lo único que gritaba era que no podía ser y que la levantaran del piso. Yo la cambié, yo le levanté la cabeza y había sangre. Sí se suponía que se había golpeado con algo. Le saqué lo que tenía y le puse al revés una camisa porque no me daba la fuerza. Yo estuve más cerca de ella. Es imposible darse cuenta. No entiendo por qué en las revistas ves que salen cosas a los costados de su cara. Cada lugar de su cara lo froté para ver si vivía porque no sabía lo que estaba pasando. Ella estaba fría, mi mamá estaba de un lado. Mamá rezaba y yo la acariciaba todo el tiempo. No me pueden decir que se veía eso porque era imposible".
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- John Hurtig -hermanastro de María Marta- tomó la palabra y comentó que los médicos que llegaron a la escena tampoco advirtieron los balazos en la cabeza: "Los forenses convocados por Molina Pico no se dieron cuenta de que era una herida producida por armas de fuego hasta que cortaron la calota (parte del cráneo) y colaron la masa encefálica donde se encontraron con las cinco balas. Eran muy chicas. Era un arma calibre 32, muy vieja y los balazos le pegaron muy de cerca. Eso hizo que entrara por la misma zona, que era muy chica".
"Hubo dos médicos que la revisaron. Dos médicos que no se dieron cuenta que María Marta tenía los balazos en la cabeza"
- ¿Por qué tardaron tanto en levantar a María Marta? Irene Hurtig, hermanastra de María Marta, comentó: "Hubo una cadena de errores. Hubo dos médicos que la revisaron. Dos médicos que no se dieron cuenta, que son dos empresas distintas de ambulancia. Las dos ambulancias entraron, una por OSDE y otras por el servicio de Carmel. Cuando entraron, intentaron reanimarla".
- Por su parte, Guillermo Bártoli -pareja de Irene Hurtig- expresó: "Hay un tema muy importante. ¿Por qué tardaron tanto en levantarla de la cama? Cuando los médicos nos dijeron que no había nada que hacer y que se había caído y golpeado con las canillas, nos dijeron 'no muevan el cuerpo hasta que no vea el médico de la funeraria'. María Marta pasó en el mismo lugar, no sé si dos o tres horas; mientras yo hacía los trámites del servicio del sepelio. Me llamó Horacio (García Belsunce) diciéndome que María Marta seguía en el piso y que nos autorizaran a mover el cuerpo. Nosotros hicimos lo que había que hacer, pero María Marta seguía en el mismo lugar...". En la misma línea, María Laura indicó: "Si dicen que está muerta, ¿por qué no la podemos poner en la cama?".
"En el único lugar en el que se encontró sangre es en el piso, que había tres máculas que pertenecen a dos hombres y una mujer. Nos hicimos el ADN y ninguno tiene nada que ver"
- ¿Por qué lavaron la sangre? "No se lavó la sangre", comentaron al unísono los familiares. Y luego, Guillermo Bártoli manifestó: "Beatriz (la masajista) no limpió todo. Lo único que limpió, a pedido de uno de los médicos que dijo: 'Limpien el baño que va a llegar la familia y los chicos'. Lo único que había en el baño era agua con sangre en la bañadera y una mancha de sangre en el piso. No existió sangre en la viga ni en las paredes. Se hizo todo tipo de rastros para ver dónde había reactivos de sangre. En el único lugar en el que se encontró sangre es en el piso, que había tres máculas que pertenecen a dos hombres y una mujer. Y ese ADN todavía no fue encontrado. Nos hicimos el ADN y ninguno tiene nada que ver. Ahí hay tres pruebas fácticas de que estuvieron tres personas que no tenían que estar y perdieron parte de su sangre".
- ¿Cómo se puede hallar a los culpables? Horacio García Belsunce, aseguró: "Investigando con seriedad".
"Tiré el pituto estando convencido de que no era nada"
- ¿Por qué tiraron el pituto? Jon Hurtig, el hombre que lo arrojó, contestó: "Estaba convencido de que no era nada. Yo estaba shockeado en ese momento. Llegué a la casa de mi hermana y ella estaba muerta. En ese momento que vi la pieza metálica, la realidad es que pensé que no era algo importante y la tiré. Cuando dudé, que fue después, ahí dije: 'Che, ¿no me habré mandado una cagada tirando eso?'. Cuando le transmito mis dudas a Horacio (García Belsunce) en el velorio, me había parecido raro que se patinara y se había reventado la cabeza contra las canillas, le dije a mi hermano: '¿Te parece que con zapatillas puestas se pueda reventar la cabeza?'. Y ahí fue que Horacio se encargó de llamar a Ángel Casafús (ex comisario de la Policía Bonaerense)".