Cualquier situación no es excusa para desmantelar o destruir políticas necesarias. Nos somos todos lo mismo. El gobierno de Javier Milei quiere hundir al peronismo para hacer un desastre sin oposición.
Los hechos que salieron a la luz y ya son de público conocimiento respecto de las conductas del ex Presidente Alberto Fernández, merecen un absoluto repudio. Enviamos nuestra total solidaridad hacia Fabiola Yáñez, víctima de violencia de género y esperamos que la justicia avance con el esclarecimiento de estos hechos.
Este lamentable hecho demuestra la extensión que tiene la violencia de género en nuestras sociedades. Lo cual de ninguna manera debe significar el abandono de las políticas de protección, ni de asistencia a las víctimas; sino más bien todo lo contrario. Frente al avance de una ideología que profesa silenciar los casos de miles de mujeres, se hace vital multiplicar el acompañamiento y el desarrollo de políticas públicas efectivas.
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Estamos ante un episodio de una magnitud enorme, que impacta de lleno en la dirigencia y se extiende a la mayoría de los sectores políticos. No solo eso, sino que contribuye a ahondar la grieta entre la sociedad y la política, profundizando el relato de que estamos ante una casta, que hace uso de privilegios y se encuentra muy lejos de los problemas y de las responsabilidades y deberes de las mayorías.
Estos hechos no son aislados. Existen en un conjunto de conductas individuales, presentes en buena parte de la dirigencia que tiene las mayores responsabilidades. Abunda un sentido de impunidad en el que se prioriza el interés individual por sobre los intereses reales y urgentes de la mayoría del pueblo argentino.
Ese modelo de dirigencia está en crisis y hoy cosecha con justicia amplios rechazos. Hay que superar esas enormes debilidades porque operan como obstáculos para quienes pretendemos transformar la sociedad con un sentido de inclusión y justicia social. Hoy, como nunca, se hace imprescindible recuperar aquella máxima en la que primero y sobre todas la cosas está nuestra Patria y después vienen los hombres.