Trigo 2023: un escenario de pérdida, seco y helado

Cómo perjudicó la sequía y la helada la producción de trigo y cereales en la cosecha del 2022/23.

05 de noviembre, 2022 | 00.05

La sequía y la helada se conjugaron en la campaña de trigo 2022/23, castigando la producción del cereal. Ante esta situación, se estima una cosecha de casi 10 millones de toneladas (Mtn) menos que la campaña anterior, 2021/22. Sin embargo, están los que nunca pierden y los que especulan de cara al año electoral.

La cosecha de trigo en la campaña anterior, 2021/22, superó los 23 millones de Toneladas (Mtn), un récord productivo para la agricultura argentina. El 2022 fue un año atípico, ya que el conflicto bélico y las contingencias climáticas marcaron la situación de un producto clave en la alimentación de las y los argentinos.

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El récord de cosecha y la suba del precio internacional avizoraban a priori un excelente año: más de 23 Mtn, de las que se permitieron exportar 14,5 Mtn por la Resolución 276/2021 del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación del 17 de diciembre de 2021, que creó los “Volúmenes de Equilibrio” para maíz y trigo. Las principales empresas exportadoras fueron COFCO con 2,7 Mtn; CARGILL con 2,4 Mtn; BUNGE con 2,2 Mtn; y ADM con 1,9 Mtn. En las últimas cinco campañas trigueras, a estas cuatro se le sumó Luis Dreyfus Company (LDC), para conformar el Top Five de empresas agroexportadoras, que controlaron más del 70% de las ventas al exterior de trigo de cada año. Hablamos de un total que rondó entre las 10 y 12 Mtn, a excepción de este año que, como dijimos, superó las 14 Mtn.

Pero no solo fue el volumen cosechado lo extraordinario del 2022, también lo fue el precio internacional. La guerra entre la OTAN y Rusia con epicentro en Ucrania, generó un aumento global del precio de los commodities agroalimentarios. El 22 de febrero, un día después de que Vladimir Putin reconozca la autonomía del Donbass, el trigo aumentó USD 18 la tonelada, alcanzando una cotización de USD 340 por Tn; la soja subió un 5%, cotizando a USD 645; y el maíz aumentó en USD 13, cotizando USD 282 por Tn. En gran medida esto se debió a que Ucrania es uno de los países del mundo con mayor porcentaje de superficie destinada al cultivo, cerca del 56%. Ocupa el tercer lugar en materia de exportaciones, con 24 Mtn de oferta prevista por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para 2021/22, y junto a Rusia, proporcionan alrededor del 30% del trigo que se exporta a nivel global. Además, se sitúa en el 4° lugar en materia de exportaciones a nivel mundial de maíz, con embarques proyectados para la presente campaña de 33,5 Mtn, detrás de EEUU, Brasil y Argentina.

Ante esta situación el gobierno argentino impulsó acciones para desacoplar el precio interno del externo y reducir así la inflación que afecta los alimentos que consumimos. En este marco, se sumó a la medida de “Volúmenes de equilibrio”, el Fondo Estabilizador de Trigo Argentino, e incluso permitió la venta futura de trigo correspondiente a volúmenes de la campaña 2022/23, cuando aún no se sembraba.
Con estas medidas, el gobierno nacional buscaba frenar la inflación de los productos derivados del trigo, como pan, fideos y harinas, mercaderías esenciales en la mesa de las y los argentinos. Los resultados fueron:

  • El precio del pan en enero del 2022 era de $209,92. En la última medición de septiembre de 2022 del INDEC fue de $366,54, con una inflación del 75%.
  • El precio de la harina en enero del 2022 era de $62,82. En la última medición fue de $123,46, con una inflación del 97%.
  • El precio de los fideos en enero del 2022 fue de $80,60, siendo de $1862,58 en septiembre, lo que supone una inflación del 102%.

Mientras la inflación acumulada desde enero a septiembre 2022 fue del 66,1%, está claro que las medidas del gobierno no alcanzaron a reducir el impacto inflacionario.

Esto deja en evidencia que el factor determinante del precio de las mercaderías que llegan a la mesa de las familias argentinas está en la concentración y centralización de empresas presentes en algunos eslabones de la cadena. El 87% de la molienda de harina para pan lo concentran Molinos Cañuelas (35%), Morixe (30%) y Molinos Río de La Plata (22%); el 92% de la molienda de harina de fideos lo concentran Molinos Río de La Plata (35%), Compañía Molinera del Sur (27%), Molinos Cañuelas (18%) y Molinos 3 Arroyos (12%); el 81% de la industria de fideos está concentrada en Molinos Río de La Plata (38%), Canale (18%), Molinos 3 Arroyos (10%), Marolio (10%) y Arcor (5%).

Como se puede observar, la empresa del Grupo Perez Companc, Molinos Río de La Plata, tiene un impacto determinante en los alimentos derivados del trigo, como también en otros alimentos como yerbas o aceites, pero quizás el negocio más jugoso sea la especulación financiera. El informe remitido por la empresa a la bolsa porteña muestra que el Grupo Perez Companc ganó con la empresa Molinos Río de La Plata $1.120 millones por ingresos financieros y $6.370 millones por devaluación monetaria.

El objetivo de acumular riquezas y maximizar ganancias subsume a cualquier otro tipo de compromiso social o nacional, por lo que sin intervención del Estado el accionar de grupos económicos como este continuará siendo el mismo; poco importa que pasen hambre más de la mitad de los menores de 14 años de la República Argentina.

Cómo se avizora la campaña 2022/23

La proyección para la cosecha de la presente campaña 2022/23 es sumamente negativa, debido a la sequía y las heladas que afectaron más de 400.000 hectáreas, de las cuales muchas corresponden a zonas de altos rindes. Esto hace que el eslabón primario sea el más afectado, compuesto por poco menos de 40 mil productores y grupos de inversores en siembra, según datos de SISA.

Las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario rondan las 13 Mtn cosechadas, 10 Mtn menos que la campaña anterior. Del total, cerca de 9 Mtn estarían comprometidas al comercio exterior. Es decir, quedarían 4 Mtn para abastecer el mercado interno. Un panorama muy ajustado en el que los grandes perdedores son los productores castigados y el conjunto de las y los argentinos. A las pérdidas productivas que deberán ser compensadas por seguros agrícolas y fondos de emergencias del Estado nacional, hay que sumarle la disminución de las divisas que no van ingresar por el comercio exterior y la menor recaudación en concepto de derechos de exportación, lo que se traduce en menos recursos para gestionar.

Si se exportaran en total 9 Mtn, es decir 5,5 Mtn menos, calculamos que a valor FOB de la tonelada de trigo octubre 22 de USD 388, significan 2.133 millones de dólares menos. En derechos de exportación 256 millones de dólares, unos 37.640 millones de pesos menos, a tipo de cambio oficial ($147 por dólar).

Este número se ve agravado por los compromisos financieros y la tutela del FMI, producto de una deuda de más de USD 45.000 millones tomados por el Macrismo –fugados a paraísos fiscales-  y aceptada por parte del Frente de Todos, en el acuerdo impulsado por Martín Guzmán, por entonces ministro de economía, y Kristalina Georgieva, titular del FMI en ese momento. La memoria es un ejercicio permanente que nos enseñaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, al que no renunciamos.

Ante este panorama totalmente desfavorable, algunos ex funcionarios de CAMBIEMOS, “Juntos” en el Grupo Lonja, y comandados por el ex-secretario de agricultura, Luis Miguel Etchevehere, plantean que el Estado es el gran ganador de esta situación.  Esto demuestra que, o bien ignoran la situación, o bien celebran un posible fracaso de la gestión del gobierno actual. En definitiva, pone al descubierto que poco les importan los productores y la ciudadanía, defendiendo intereses ajenos antes que al conjunto de las y los argentinos. Cosa que no sorprende, si al fin y al cabo, son los que tomaron la deuda con el FMI.