Según un estudio de la Anthony Hopkins University, un día en Argentina equivale a 247 años en Luxemburgo. No sabemos qué podría ocurrir durante ese enorme lapso de tiempo en Luxemburgo pero en una semana en nuestro país pasamos de festejar el fin del default y la caída de mil puntos del riesgo país a una revuelta policial con temores de golpe, un uniformado subido a una antena y muchos patrulleros en la Quinta de Olivos, y de ahí a una indignación republicana y coso por la reducción de fondos federales transferidos hace cuatro años al distrito más rico y hoy transferidos al distrito más poblado.
Luego de exigir durante años la reducción del gasto público y el recorte de los salarios del Estado, nuestros periodistas serios y políticos opositores (dos colectivos que cuesta cada vez más diferenciar) exigieron que el gobierno de la provincia de Buenos Aires aumentara los sueldos de los efectivos de su policía. Hasta el senador bonaerense Esteban Bullrich que presentó una ley hace apenas una semana proponiendo la reducción salarial del conjunto de los empleados públicos parece sumarse a ese nuevo ahínco estatal e incluso José Luis Espert, otro de nuestros tantos liberales imaginarios, apoyó los reclamos de un mayor gasto público. Nuestra realidad es trepidante.
Por supuesto, una vez que el Presidente dio a conocer la fuente de financiación de ese reclamo apoyado por todos, asistimos a un nuevo Nado Sincronizado Independiente (NSI) pero con brazadas en sentido contrario. Al parecer, se deben subir sueldos públicos pero no con fondos federales asignados por decreto al distrito con mayores recursos ni tampoco aumentando la presión fiscal sobre los ciudadanos más ricos. Quien sabe, tal vez deberíamos probar con un impuesto a los más pobres, aunque eso es lo que hacemos desde hace décadas. Tal vez haya llegado la hora de intentar con el Espíritu Santo.
En el programa Animales Sueltos, Luis Novaresio se enojó con Axel Kicillof mientras lo entrevistaba en referencia a la polémica transferencia de fondos federales a la provincia de Buenos Aires y terminó de forma abrupta la entrevista. No deja de asombrar que un periodista independiente, cuya función es obtener información de su entrevistado para transmitir al público, se enoje porque esa información no coincide con sus ideas. ¿Nuestros periodistas serán tan independientes como los odontólogos matriculados que nos aconsejan cepillar nuestros dientes con Colgate? Dios no lo permita, el periodismo independiente es uno de los pilares de la república y coso, junto a Comodoro Py, los humoristas de la UCR y la Mentalista Carrió.
En el mismo programa, Novaresio elogió a los maestros y mencionó que son muy reconocidos en Finlandia “pero no acá.” Así como rechaza el aumento del gasto público con ahínco, Novaresio lamenta con pasión que los docentes no ganen como sus pares nórdicos. Un jugador de toda la cancha.
El viernes pasado se conmemoraron los primeros 1.700 días de preventiva de Milagro Sala, encarcelada por incitación al acampe apenas ganó las elecciones su rival político Gerardo I, visir de la Puna, maharajá del Potosí, marqués de Ledesma, León de Tilcara, Apóstol de La Paz, Zar de los Siete colores, califa de Humahuaca, Martillo de Herejes, Protector de la Justicia, Orgullo Radical y Azote de Dios. Para dar inicio a los festejos, la Secretaría Imperial de Eventos organizó una simpática suelta de esclavos junto a la Fundación Ledesma. Fue un momento de gran emoción en el que los súbditos pudieron admirar a Su Alteza Magnánima desplazarse sobre Babieca, el nuevo presidente del Superior Tribunal de Justicia.
“No es más boludo que los anteriores y al menos no habla” afirmó con tono distendido el Azote de Dios.
Imagen: Gerardo I, visir de la Puna y Azote de Dios posa sobre Babieca, presidente del Superior Tribunal de Justicia (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)