Alguien tiene que ceder

16 de octubre, 2022 | 00.05

Durante un evento en la Fundación Internacional para la Libertad en España, un coso que agrupa a reaccionarios que se autoperciben liberales, Mauricio Macri expresó: “A mi querido país quiero decirles que claramente la sociedad es la más fracasada de los últimos 70 años”. Es una afirmación asombrosa aún para el generoso estándar de Juntos por el Cambio y como una Rogel de asombros, tiene muchas lecturas posibles. Por un lado, el asombro de escuchar a un ex presidente declarar que su país es un fracaso simplemente por no acordar con el gobierno actual. En efecto, sería extraño escuchar a Donald Trump sostener que EEUU es una porquería simplemente porque desprecia a Joe Biden. Pero incluso sería absurdo que eso ocurriera en ese ámbito privado del que se vanagloria de provenir el hijo de Franco Macri: ¿Qué accionista denigraría el valor de su propia empresa por no coincidir con el management de turno? Además, como lo señaló Sebastián Ceria- empresario argentino radicado en EEUU, titular del Centro de Estudios Fundar y CEO de Qontigo- en el Coloquio IDEA, aún acordando con ese diagnóstico es un error repetirlo ya que “no es inteligente hablar mal de la Argentina en el exterior”.

Frente a Vargas Llosa, un liberal imaginario que apoya a Jair Bolsonaro, Macri concluyó: “El año que viene el país que, tal vez, inventó el populismo con Evita y Perón sea el primero en sacárselo de encima.” La alergia que nuestra derecha le profesa a la historia es otro asombro permanente. Desde el cielo populista, Hipólito Yrigoyen, Lázaro Cárdenas, Getulio Vargas e incluso Franklin Roosevelt miran con ternura.

La justicia dictó la falta de mérito de los cinco tripulantes del avión venezolano de la empresa Emtrasur que aún estaban retenidos y los autorizó a salir del país. Concluye así una operación mediático-judicial iniciada hace cuatro meses en base a denuncias vaporosas de los EEUU y relanzada con frenesí por la oposición de Juntos por el Cambio con la colaboración de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), una segunda marca del PRO, que acusó a la empresa Emtrasur de financiar actividades terroristas. El fallo determinó que no existen pruebas consistentes para procesar a ningún miembro de la tripulación por la realización de actividades vinculadas al terrorismo. Como diría el recordado juez Bonadio: con pruebas condena cualquiera.

Frente a la caída de esta operación, desde esta columna le mandamos un fuerte abrazo al pobre Gerardo Milman, valet de la Embajada. Su incansable actividad durante estos meses merece doble ración de canapés el próximo 4 de Julio. 

También recordamos a otra imprescindible: Flor Arietto, quien denunciara oportunamente a los tripulantes del polémico avión por llevar un “chip con tecnología nuclear”. Son momentos mágicos de nuestra derecha que esperamos no se pierdan como lágrimas en la lluvia. 

Por su lado, la ex Ministra Pum Pum, referente político de los humoristas Milman y Arietto, relanzó una vieja idea que el Departamento de Estado intenta imponer en la región desde hace décadas: que las FFAA intervengan en seguridad interior, algo que la ley prohíbe en la Argentina. Es extraño que EEUU sostenga que involucrar a las FFAA en la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo, es una gran idea y no la practique en su propio territorio, uno de los mayores mercados de estupefacientes del mundo. Podrían bombardear carteles o incluso deportar consumidores a Guantánamo.

Además, militarizar “la guerra” contra el narcotráfico tiene resultados óptimos, como podemos verlo a diario en Colombia o México.

En el Coloquio IDEA, el presidente Alberto Fernández sostuvo que “los datos de crecimiento en nuestro país son muy elocuentes, pero se ocultan para sembrar desazón. Dejemos de lado discusiones estériles.” En efecto, en nivel de actividad económica en julio 2022 fue 7,4% mayor que el promedio del 2019. El dilema es que los ingresos de los trabajadores siguen por el piso. El salario mínimo perdió más de 30% de poder adquisitivo entre 2015 y 2022. Al parecer, tres o cuatro vivos se están quedando con el crecimiento, como temía CFK en diciembre del 2020.

Nuestros economistas serios suelen explicarnos una realidad al menos cuestionable: antes de distribuir debemos crecer. Bueno, ya crecimos, es hora de distribuir.

Y para apoyar esa necesidad urgente nada mejor que retomar una vieja obstinación peronista: marchar junto a los compañeros en defensa de nuestros derechos. Nos vemos mañana, lunes 17 de Octubre, en la Plaza de Mayo.

 

Imagen: Gerardo Milman intenta detener al piloto del avión vanazolano-iraní (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)

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