En un acto homenaje en la Casa Rosada, Javier Milei inauguró un busto de Carlos Menem y elogió los indultos a genocidas como una forma de "pacificar" al país.
Pocas horas después, a modo de respuesta, la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal de Argentina, emitió un fallo en el que revocó el sobreseimiento del represor salteño Juan Carlos Alzugaray. En la sentencia, Casación reafirmó que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles, que no pueden ser indultados ni amnistiados, y las penas no pueden reducirse.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Alzugaray fue condenado por su participación en la masacre de Palomitas, donde once presos políticos fueron fusilados. También está siendo investigado por la desaparición del expenitenciario Héctor Ramón Pérez. La decisión de la Casación se suma a otros pronunciamientos recientes que confirman que los indultos a genocidas no son válidos.
MÁS INFO
Contra esos pronunciamientos legales, Milei describió a los indultos como “una herramienta constitucional”. La reivindicación tiene forma de advertencia: ¿Acaso Milei prepara el terreno para dictar una nueva amnistía a los genocidas?
Resultaría coherente con el programa de gobierno en curso. Milei se propone como la continuidad de las políticas económicas impuestas por la dictadura genocida y continuadas por el gobierno de Menem.
En línea con la patética remake que se propone el presidente, la impunidad de los verdugos implicaría, también, una garantía de impunidad para sus beneficiarios: empresas y empresarios que hoy acunan y sponsorean al gobierno.
Contra lo que buscan imponer desde sus altavoces mediáticos los dueños del dinero y el poder, el juicio y castigo a los crímenes de la dictadura no es una “discusión del pasado”. Es, sobre todo, un antídoto contra las recaídas.
El “Nunca más” alumbrado durante el juicio a las Juntas fue un grito de repudio a los crímenes de la dictadura, pero también funciona como un llamado a evitar que se repitan las políticas que hundieron a la Argentina en el estado de miseria del cuál aún no pudo salir.
Los que se enriquecieron a sangre y fuego ahora vienen por más de la mano de Milei y su versión de la miseria planificada que inició la dictadura, continuó Menem y retomó Mauricio Macri.
Ponerle un freno a su plan es honrar el compromiso que asumimos cada vez que dijimos “Nunca más “.