Grandes fortunas: en pandemia la elite se hizo más rica, pero le declaró la guerra al aporte especial

29 de agosto, 2020 | 21.04

En pandemia, América Latina produjo un nuevo multimillonario cada quince días. El dato fue relevado por la organización internacional Oxfam, que lleva décadas midiendo la evolución de la desigualdad económica y la brecha social provocada por el ultra capitalismo global.

Según los cálculos de Oxfam, desde que la pandemia arribó a la región -en el mes de marzo- el valor neto combinado de los milmillonarios en la Argentina pasó de 8.800 millones de dólares a 11.200 millones de dólares. En el Brasil, la cifra escaló de 123.100 millones de dólares a 157.100 millones de dólares; en Colombia, de 13.700 millones de dólares a 14.100 millones de dólares; en Chile, de 21.000 millones de dólares a 26.700 millones de dólares; y en el Perú, de 5.200 millones de dólares a 5.500 millones de dólares. En conjunto, precisa el informe, la fortuna de los 73 milmillonarios de América Latina aumentó en 48.200 millones de dólares desde que el Coronavirus se instaló en la región.

“Ocho nuevos nombres aparecieron entre los latinoamericanos más ricos de marzo a julio de 2020”, detalló el trabajo de la organización oriunda de Oxford, realizado en base a datos públicos como las listas que elabora la revista Forbes. Si bien se trata de una aproximación, la notoria evolución positiva en los ingresos de los más ricos contrasta con el evidente derrumbe de la economía en general. Y de los sectores populares, en particular. 

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El Fondo Monetario Internacional (FMI), por caso, pronosticó para la región una caída del Producto Bruto Interno (PBI) de 9,4% este año. Las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) son similares -prevé una caída del PBI de 9,1%-, aunque con un inquietante dato adicional: la CEPAL estima que para fines de 2020 en América Latina habrá 44,1 millones de desempleados, 18 millones más que en 2019.

La triple espiralización de contagios, pobreza y desigualdad representa un desafío presupuestario extraordinario para las arcas exhaustas de los estados regionales: se estima que América Latina perderá 113 400 millones de dólares en ingresos fiscales este año, lo que equivale al 59 % del gasto en salud pública de la región. 

¿Cómo se reparte el voluminoso costo de la pandemia? 

Las mayorías populares pagan con ajuste en sus ingresos e impuestos regresivos directos e indirectos, cómo IVA e inflación. Los ricos, en cambio, incrementaron ganancias favorecidos por decisiones económicas y el diseño fiscal. Un ejemplo: solo tres países de América Latina aplican un impuesto sobre el patrimonio, Argentina (impuesto máximo del 1,25 %), Colombia (1 %) y Uruguay (1 %). Y de esos países, solo Argentina se apresta a discutir un aporte especial.

Luego de una larga espera entre anuncio y concreción, el gobierno argentino dispuso que desde esta semana el Congreso evalúe un "aporte extraordinario" para las grandes fortunas. Busca gravar por única vez con una tasa que va del 2 al 3,5 por ciento a los patrimonios de entre 200 millones y 3.000 millones de pesos. Se estima que 12 mil personas pagarían el aporte, mediante el cual el Estado aspira a recaudar unos 300 mil millones de pesos. Unos 2500 millones de dólares, según el promedio de los tipos de cambio vigentes. La cifra es similar a lo que llevan ganado los multimillonarios argentinos desde que comenzó la pandemia, según el relevamiento de Oxfam. Una renta extraordinaria, en sentido literal.

Aún así, como se apreció en las críticas públicas y las opiniones publicadas en los medios del sistema, las grandes fortunas argentinas le declararon la guerra al tributo excepcional. "Si van a pedir un aporte a los empresarios podrían pedirles también a los estatales bajarse el sueldo" verbalizó el empresario Martín Cabrales, a modo de vocero de la elite. El gobierno postergó lo que pudo la confrontación con los dueños del dinero. Concedió suficiente ventaja de tiempo y espacio para que hicieran un mullido colchón. Pero la precipitación de la crisis no da margen para más.

 

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Adrián Murano

Nació en el barrio porteño de Villa Urquiza, en 1973. Egresado de la escuela de periodismo Taller Escuela Agencia (TEA), lleva 30 años desarrollando el oficio de periodista en radio, gráfica y tevé.
En radio trabajó en las radios América, La Red, Del Plata y Somos Radio, entre otras emisoras, donde cumplió tareas como productor, columnista y animador. En la actualidad conduce Verdades Afiladas, en el mediodía de El Destape Sin Fin, de Buenos Aires.

En televisión fue columnista político en las señales de noticias A24 y CN23, participó de ciclos periodísticos en la Televisión Pública, y condujo el programa de entrevistas Tenemos Que Hablar (#TQH).
Escribió sobre actualidad política y económica en Noticias, Veintitrés, Poder y Perfil, entre otros, donde cumplió tareas como cronista, redactor y editor.

En la última década ejerció la secretaría de Redacción en el diario cooperativo Tiempo Argentino. En la actualidad escribe y edita en El Destape.

Publicó los libros de investigación periodística Banqueros, los dueños del poder (Editorial Norma) y El Agitador, Alfredo de Angeli y la historia secreta de la rebelión chacarera (Editorial Planeta).