Desde Buenos Aires la conocida calumniadora de lo popular, Patricia Bullrich, sin conocimiento alguno de la realidad carga sobre el Gobierno de la Provincia catalogándolo de “dictadura”, partiendo de una nota periodística con muy poco sustento veraz en cuanto a la situación de los cines en la ciudad de Formosa, nota que profetiza o vislumbra una próxima apertura de los cines. Sin alma y con una mente tenebrosas juzga que las salas de cine se mantienen cerradas para cercenar la libertad de los formoseños, y trata de devaluar una reapertura, que al concretarse será dominio de todo el pueblo de Formosa. Y me refiero al Cine Teatro Italia, que nada tiene que ver con los cines Avenida que son de capital privado, de empresas conocidas en Formosa, y que ella los pone en la misma bolsa cómo si todo fuera gubernamental.
La mefítica fantasía de este personaje funesto para nuestra historia, es parte de la producción de toxina venenosa que inyectan todos los días agrediendo a los anticuerpos de nuestro pueblo para debilitarlo; confundiéndolos con sus permanentes ataques. Parte de un plan sistemático y perverso de destrucción de proyectos populares.
En el cine teatro Italia, con un gran aporte del Gobierno provincial, está completando los requisitos básicos para su habilitación, y recién cuando cumpla con todas las condiciones abrirá sus puertas para todos, sin distingos.
No hay caprichos ni maldad. Desde agosto intentamos colocar los acondicionadores de aire, que pesan un par de toneladas y que solo se podían incorporar al edificio por un playón vecino, vedado a nuestros intentos por los inquilinos, fuertes opositores al Gobierno, y recién al cumplir ellos su contrato de locación, el propietario de inmueble permitió la acción a principios de enero, cinco meses después.
El cine es un vehículo que transporta e irradia cultura, tiene aristas de verdad profunda y componentes de fantasía, y como podemos ver en los ataques de lo rabiosos anti-pueblo, también componentes de un terror perverso.-
*Subsecretario de cultura.