El teletrabajo es trabajo

09 de junio, 2020 | 20.54

El pasado 7 de abril la Organización Internacional del Trabajo público el informe “El COVID-19 y el mundo del trabajo. Segunda edición Estimaciones actualizadas y análisis”, el informe ayuda a dimensionar la crisis económica, laboral y -por supuesto- sanitaria a escala global, a saber: casi 2700 millones de trabajadores afectado a nivel mundial, por lo menos 200 millones de personas perderán su empleo registrado para el segundo trimestre del año, al mismo tiempo existen 2000 millones de trabajadores informales (50% de la masa laboral en Argentina), el 53 % del empleo en América Latina se refleja en dos de las actividades más afectadas: el turismo y los servicios. Se estima que hacia el final del año 1.5 billón de personas perderán sus trabajos o verán reducidas sus jornadas significativamente.


Así las cosas, a medida que la curva de contagios se va amesetando millones de trabajadores y trabajadoras empiezan por volver a sus trabajos “no esenciales” para frenar la recta descendiente que trazó el aislamiento social en la economía mundial. Mientras en algunos países europeos la vuelta al trabajo es casi un hecho en Argentina recién está llegando el invierno y se calcula que el efecto de la crisis económica no va a tener parangón. Con el Estado Nacional tomando medidas económicas activas para proteger el trabajo y a las PYMES - que el tropezón no sea caída- resta ahora seguir haciendo honores a los principios sociales que Perón ha establecido. La protección y reparación a la trabajadora y al trabajador tiene nombre y apellido, Sistema de Riesgos de Trabajo.
Así como existen actividades que sin socialización pierden sentido y caminan por el filo del cornisa, existen también las que sacan provecho del aislamiento social: maximizan ganancias y achican costos de todo tipo. Las Aseguradoras en general, y las de Riesgo de Trabajo en particular ven reducida significativamente la chance de reclamos por cobertura, deviniendo necesariamente en mayor liquidez en su balance financiero.

La pandemia dejó en una posición de privilegio a Rappi, Pedidos Ya y Globo al tiempo que también dejó en evidencia lo que trataban de ocultar desde hace tiempo, la relación de dependencia existente entre estas empresas y sus trabajadoras y trabajadores. Hoy estas aplicaciones controlan el negocio de delivery y mensajería de manera oligopólica aprovechándose de un mercado laboral desregulado, sin proveer a sus empleados los elementos de seguridad e higiene básicos en medio de este genocidio virósico digno del antiguo testamento. En ese marco, trabajadoras y trabajadores de plataformas se exponen permanentemente al contagio, sin obra social, sin ART, en suma casi sin derechos reconocidos. Existiendo un proyecto de ley que propone una suerte de estatuto -en este estado de necesidad y emergencia- bien podría ser ese un proyecto de decreto.

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Una modalidad que sí está regulada -a través del convenio OIT 177 año 1996- pero que la cubren al menos dos capas de polvo es la del Teletrabajo. Con escasa aplicación en la Argentina en los últimos 25 años parece haber rejuvenecido, muchos hemos incorporado esta palabra a nuestro diccionario al tiempo que sumamos múltiples dolores a lo largo de nuestra columna vertebral. Sillas deficientes, posiciones ergonómicas inconvenientes, accidente y enfermedades laborales no reconocidas y sindicatos alejado de su base de representación son el caldo de cultivo para que las Aseguradoras maximicen ganancias y miren para otro lado . Es hora que la Superintendencia de Riesgos de Trabajo tome parte en este asunto.

El pasado 12 de abril Alberto Fernández le concedió una entrevista a Jorge Fontevecchia en el exquisito ciclo que publica los Domingos en el diario Perfil. Allí ante la pregunta de cómo se imagina el futuro del mundo del trabajo, Alberto no solo actualizó la doctrina justicialista sino que llamó al Consejo Económico y Social a que se avoque a tratar este tema. Es fundamental que el Gobierno tenga un rol activo aplicando los principios generales de la Seguridad Social que para eso vinieron al mundo, si no lo hace él lo hará el mercado con su doctrina liberal: dejar hacer dejar pasar.