Reactivación económica, participación popular y diálogo: las claves de Nicolás Maduro para construir su victoria electoxral el 28J

22 de julio, 2024 | 00.05

El próximo 28 de julio, las y los venezolanos están llamados a las urnas para elegir Presidente, por séptima vez desde la primera victoria de Hugo Chávez en 1998. El actual proceso electoral tiene en vilo a la región y al mundo. No solo por las tensiones históricas, que denotan la importancia geopolítica de Venezuela, sino también por la renovada posibilidad de dar continuidad al proyecto chavista, que ha logrado mejorar notablemente la situación económica del país.

Esto sucede al calor de que el Palacio de Miraflores -sede del ejecutivo bolivariano- ha logrado reactivar la economía del país, eludiendo gran parte de las medidas coercitivas impuestas por Donald Trump, a partir de una profundización de las relaciones con países como China, Rusia, Turquía e Irán, y, por supuesto, abrir márgenes de distensión de las relaciones diplomáticas con la actual administración de la Casa Blanca.

Sin embargo, los números de una economía relanzada no lo son todo. Nicolás Maduro logró volver a impulsar las fibras de la democracia participativa, base de la Revolución Bolivariana, esa que le permitió a Hugo Chávez ser uno de los protagonistas de un virtuoso proceso de integración regional en la primera década del siglo XXI.

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Por supuesto, las convocatorias de calle del oficialismo y la oposición revelan el alto voltaje que reviste este proceso electoral. No por nada la misma contará con la observación de más de 600 veedores internacionales.

De estos comicios participarán 10 candidatos. Entre ellos se encuentran miembros de partidos tradicionales (Acción Democrática y COPEI, históricos rivales ahora en alianza y Primero Justicia), ex-representantes de organizaciones juveniles que participaron de las llamadas guarimbas en 2017, un pastor, un humorista, y el arco aglutinado en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), representado por Edmundo González, detrás de quien se encolumna la ultraderechista María Corina Machado, del Partido Vente Venezuela, inhabilitada judicialmente para participar, y que intentó inscribir, fuera de todo marco legal, a María Corina Yoris. Machado espera transferir su caudal político, el más importante de la oposición, a Edmundo González.

La recuperación económica venezolana

Los números de la recuperación económica son notables. La inflación acumulada anual, según el Banco Central de Venezuela (BCV), es de un 8,9%. Un número que contrasta notablemente con el 79,8% de inflación acumulada de la República Argentina (Ámbito, 17/07/2024). “El mes de junio que cerró ayer fue el mes con la inflación más baja en 39 años en la economía venezolana, el milagro económico se está dando y es muy importante porque permite a la familia, al empresario, al emprendedor planificar con más certeza”, expresó hace unos días Nicolás Maduro (Infobae, 9/07/2024).

De acuerdo con el informe “Desempeño macroeconómico de Venezuela en el cuarto trimestre de 2023 y perspectivas para el 2024” del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la economía venezolana crecerá más del 4% con una inflación estimada del 50%. El informe, publicado a mediados de abril de este año, pronostica un aumento de la producción promedio de crudo en 73,000 barriles diarios al año, lo que llevaría el nivel de producción promedio a unos 856 mil barriles diarios (un incremento del 9%). El PIB se incrementará en un 4,2% y el consumo privado en un 2,5%. La inflación final del 2024 estaría en torno al 50,0%, de mantenerse la tendencia de los últimos meses.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) coincidió a fines de abril con estas cifras e informó que la economía venezolana crecerá por encima de la colombiana, pero dijo que las proyecciones de crecimiento estarán condicionadas a las medidas coercitivas que tome Estados Unidos contra el país.

El pasado 17 de julio, la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, señaló que el gobierno emprendió una estrategia basada en la unión de esfuerzos entre el Estado, los sectores productivos y el pueblo organizado que permitió que en 2023 abrieran 19.584 locales comerciales. El Programa de Recuperación Económica que inició en 2018, se apoya en el Consejo Nacional de Economía Productiva una iniciativa que dio lugar a un espacio de diálogo entre  empresarios, trabajadores, comunidades y gobierno.

Al hablar de Venezuela, no se puede eludir el rol energético internacional que tiene ese país con la producción de petróleo. El inicio del conflicto con Ucrania, más el desabastecimiento interno de combustibles que sufrió EEUU en 2022, propició en la segunda parte del mandato de Joseph Biden, la flexibilización de algunas de las restricciones que la administración de Trump había impuesto con dureza.

Además, el país ha recibido importantes inversiones de origen chino, principalmente desde 2018. También ha firmado importantes acuerdos con Rusia e Irán, en relación a la comercialización del crudo, algo que le permitió trascender la guerra económica estadounidense.

Para ello, PDVSA, la petrolera estatal, constituyó un importante plan de desarrollo interno llamado PRIP 2023, que prioriza el fortalecimiento de capacidades para enfrentar contextos externos adversos.

La guerra de encuestas

El día señalado se acerca. Mientras los dos principales candidatos recorren de punta a punta el territorio, el gobierno desmantela operaciones de sabotaje eléctrico y, recientemente, un atentado en un gasoducto, la guerra de encuestas se intensifica, intentando incidir en la opinión pública y la de los indecisos.

Mientras encuestadoras, como Hinterlaces y Polymarket, entre otras, indican que el presidente Nicolás Maduro lidera la intención de voto con guarismos que van entre 54% y 70% de preferencia, otras, como Datanálisis, Datincorp, Delphos, y Consultores 21, muestran al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, con más del 50% de la intención de voto. Otras, como CECA Consultores, mencionan un empate técnico entre los dos principales candidatos.

Ante este escenario, de guerra de encuestas para consolidar matrices de opinión divergentes, Diosdado Cabello, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, advirtió sobre la potencial manipulación de encuestas durante su programa Con el Mazo dando. “Preparémonos para las encuestas de ellos que dirán que tienen el 150% de las preferencias, igual que en México. Después viene la realidad y los golpea”, aseveró.

El difícil camino hacia las urnas

En marzo, las inscripciones de las candidaturas generaron polémicas declaraciones entre mandatarios de la región como Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula Da Silva, quienes expresaron descuerdo por la inhabilitación y la imposibilidad de inscribirse que tuvo María Corina Yoris.

El gobierno bolivariano, rápido de reflejos, pudo dar las explicaciones del caso, y explicar que el intento de inscripción de María Corina Yoris estaba por fuera de todo marco legal, particularmente de lo prescripto en el artículo 64° de la Ley Orgánica para Procesos Electorales, que indica que una persona que no ha sido previamente postulada no puede fungir como candidata sustituta.

Lula da Silva, presidente de Brasil, rectificó posiciones y confirmó su apoyo al proceso institucional venezolano y, con ello, a Nicolás Maduro en su carrera por conseguir su reelección. El pasado 9 de julio, durante su visita oficial a Bolivia, afirmó que la “normalización de la vida política” en Venezuela significa la estabilidad de Suramérica y pidió que los resultados de las elecciones en el país “sean reconocidos por todos”.

La oposición no es homogénea y no ha logrado la construcción de una sólida unidad, algo que es un activo político del chavismo. Sin embargo, la figura de Edmundo González ha podido sostener una relativa síntesis entre sectores dialoguistas, decididos a participar del proceso electoral, y sectores abiertamente golpistas, hoy investigados por su implicación en tramas de corrupción, conspiraciones golpistas, y desestabilizaciones institucionales, y que aún coquetean con esas estrategias para la conquista del poder.

Allí destaca la figura de María Corina Machado, inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años por la justicia venezolana en el año 2021. La medida se le aplica porque fue identificada como partícipe necesaria en la trama de corrupción que propició el despojo de empresas estatales en el exterior, por un valor de 34 mil millones de dólares, durante el proceso de la “autoproclamación presidencial” de Juan Guaidó, por propiciar el  bloqueo extranjero a la economía venezolana y, particularmente, por incumplir disposiciones constitucionales que disponen “que los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional no podrán aceptar o ejercer cargos públicos sin perder su investidura, teniendo en cuenta que, en 2014, Machado se acreditó como “representante alterna” de Panamá en la OEA. También se le acusó de pedir una intervención militar extranjera en su país, y atentar “contra la ética pública, la moral administrativa, el estado de derecho, la paz y la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela”.

En abril de este año, el magnate y dueño de la red social X, Elon Musk pronunció su opinión sobre el país bolivariano: “Venezuela tiene una gran riqueza en recursos naturales. Si Chávez no hubiera destruido su economía, aumentando el papel del gobierno hasta el socialismo extremo, el país sería muy próspero.”

A esto María Corina Machado respondió: “La vasta riqueza de recursos naturales de Venezuela se aprovechará para reconstruir la nación y convertirla en un país próspero con una economía de mercado moderna y un estado de derecho, abierto a inversiones globales en todos los sectores, una vez que superemos la dictadura de Maduro. ¡Y luego traeremos a nuestros hijos de regreso a casa!”.

En ese marco, es sabido que actores de la oposición continúan con acciones políticas ilegales. Hace pocos días, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, detalló el desmontaje de al menos 8 casos de intento de magnicidio. Por otro lado, un grupo paramilitar colombiano, conocido como Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, el 6 de julio informó que un sector de la oposición venezolana los había contactado para que atentaran contra el Presidente Maduro y sabotearan el sistema eléctrico del país.

El diálogo como opción

Ante esto, el madurismo convocó un nuevo proceso de diálogo político. En la búsqueda de ese objetivo, ocho de los diez contendientes firmaron a fines del mes pasado un acuerdo en el que se comprometían a respetar los resultados que anuncie el Consejo Nacional Electoral en las elecciones de este 28 de julio. Edmundo González, sin embargo, fue el gran ausente de esa cita. Además, en los últimos días, seis alcaldes opositores se declararon independientes y anunciaron su apoyo a la candidatura de Maduro.

El camino hacia las urnas que termina este 28 de julio ha recorrido distintos momentos. Desde los diálogos de Qatar y los acuerdos de Barbados, pasando por el gran diálogo nacional, del que participaron 42 partidos políticos y 33 organizaciones de la oposición venezolana, incluida la Plataforma Unitaria, del que resultó el consenso sobre el calendario electoral.

El pasado 2 de julio, Maduro anunció también que había aceptado la propuesta de reactivar el diálogo directo con los Estados Unidos. “Vamos a debatir y a buscar nuevos acuerdos para que se cumpla lo firmado en Qatar”, afirmó el presidente y candidato. “Quiero futuro para nuestras relaciones y cambios bajo la soberanía absoluta de Venezuela”, insistió.

A la par del entrevero de diálogos políticos, tramas golpistas e intentos magnicidas, en la República Bolivariana de Venezuela aún se mantiene en pie proceso político transformador, que incluye una democracia participativa de base y una poderosa construcción comunal, sistemáticamente ocultada por la prensa hegemónica, y que hoy brinda la principal explicación de la fuerza que sostuvo, y sostiene, a Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores.