Paraguay elige presidente y se disputa por sentido del “cambio”

Este domingo Paraguay elegirá a su nuevo presidente. Quiénes son los tres principales candidatos y qué prometen. 

26 de abril, 2023 | 23.38

Este domingo se pone nuevamente a prueba el liderazgo del Partido Colorado que con Santiago Peña busca continuar en el gobierno. Efraín Alegre nuevamente intentará llegar a la presidencia y Payo Cubas emerge como una alternativa antisistema.

Son 4.782.940 los paraguayos y paraguayas que podrán elegir quien será su presidente para los próximos cinco años. A pesar del rechazo mayoritario al gobierno colorado de Mario Abdo Benítez el histórico partido paraguayo se presenta como la principal alternativa para gobernar el país. Esta situación relativamente anómala para la ciencia política puede entenderse en tanto que el actual presidente que llegó al Palacio de los López como representante del cartismo rompió su alianza con el mismísimo Horacio Cartes durante su gobierno. 

Tal como relevó el informe electoral del Instituto Democracia la mayoría de las encuestas marcan con mayores posibilidades de llegar a la presidencia al candidato del Partido Colorado obteniendo entre un 36% y 43% de los votos. Las últimas tres encuestas difundidas establecen que tiene una diferencia a favor entre 10 y 22 puntos con quien saldría segundo. A contramano de esas encuestas, Efraín Alegre aparece liderando la encuesta de Atlas Intel solo por dos puntos de diferencia mientras que otras encuestas lo posicionan incluso en tercer lugar por debajo de Payo Cubas.

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Cuadro del Informe Paraguay 2023 del Instituto Democracia

Otro dato significativo es que este domingo solo 41.505 paraguayos y paraguayas en el exterior están habilitados para sufragar y en Argentina serán 31.313. Esta cifra es realmente irrisoria teniendo en cuenta que se estima que más de 800.000 paraguayos viven en el exterior. Tal como lo señala el informe del Instituto Democracia en el caso de que hubiera empadronamiento automático actualmente se trataría del 15% del padrón y no el 0,86% como será el próximo domingo. Más allá de la influencia que pueden ejercer sobre sus familiares, quienes viven en el exterior carecen de derechos políticos y padecen de uno de los principales déficits de la democracia en Paraguay.  

El Partido Colorado propone “cambiar Paraguay”

Desde la ruptura entre ambos dirigentes y de la acusación de “significativamente corrupto” a Cartes por parte del gobierno norteamericano el Partido Colorado entró en una crisis que fue resuelta en diciembre del último año. En esa ocasión Santiago Peña, ex ministro de hacienda de Horacio Cartes, derrotó a Arnoldo Wiens que fue apoyado por Abdo Benítez. 

Peña luego de ser funcionario del FMI logró convertirse en el Ministro de Hacienda más joven de la historia y luego de ser derrotado por Abdo Benítez en la interna colorada del 2017 encontró refugio en uno de los bancos de su jefe político Horacio Cartes. Su campaña electoral evitó los debates públicos y la confrontación. Busca posicionarse como un referente liberal y renovador en un partido conservador. Por esa razón “Cambiemos Paraguay” es un slogan que debería contrastar lógicamente para el candidato de un partido ampliamente hegemónico en la historia reciente del país pero que busca sintonizar con un candidato que busca representar algo distinto y que está enfrentado por momentos con el gobierno de “su” partido. 

Peña hizo más entrevistas en La Nación + de Argentina que en la televisión paraguaya, tiene como jefe político a Cartes y revindica la estabilidad económica del país lograda en la última década. Pero también sus discursos se alejan de la beligerante ultraderecha latinoamericana cuando incluso llega a criticar el “populismo de derecha” o hace explícita la necesidad de un Estado presente en el desarrollo del país. “Tanto el paraguayo que camina y quiere correr como el que corre y quiere volar, todos quieren que el Estado le ayude de alguna manera” dijo en una entrevista meses atrás. Peña es un claro representante de élites cuyos negocios históricamente estuvieron cruzados con la administración del Estado y por eso el cambio que propone se vincula más a una modernización del orden existen que transformen al país en lo que llama la “Suiza de América” antes que a la incertidumbre que plantea la ultraderecha en otros países vecinos

Otros datos que serán importante tener en cuenta el próximo domingo es que un eventual triunfo del Partido Colorado si bien no alteraría el escenario geopolítico de la región podría marcar el fin de dos tendencias que se vienen expresando en las elecciones sudamericanas. Un triunfo de Santiago Peña terminaría con la seguidilla de triunfos progresistas en la región que se dio con el triunfo de Castillo en Perú, Boric en Chile, Petro en Colombia y Lula en Brasil. Mientras que también el triunfo del Partido Colorado representaría el primer éxito electoral del partido oficialista en una elección presidencial desde que se inició la pandemia en 2020. 

¿Llegara el cambio que propone Efraín Alegre?

“El cambio ya llega” es el slogan del principal candidato opositor al Partido Colorado, Efraín Alegre. El candidato de la Concertación por tercera vez intentará llegar a la presidencia. En 2013 fue derrotado por Cartes y en 2017 fue derrotado por el actual presidente Abdo Benítez por solo 100 mil votos de diferencia. Alegre llega a presentarse como el candidato anti-cartista luego de años de ataques que incluso lo llevaron a la cárcel en 2021 cuando fue acusado ridículamente por la falsificación de gastos de combustible en su anterior campaña presidencial. A diferencia de la candidatura de Peña que es acompañada por candidaturas a senadores, diputados, gobernadores y concejales del Partido Colorado, la Concertación no presenta candidaturas conjuntas para los otros cargos que se elegirán el próximo domingo.

La Concertación es una experiencia que liderada por el Partido Liberal, del cual Alegre es presidente, buscó unir a la oposición aunque no pudo evitar las fragmentaciones en el mismo partido del candidato presidencial ni del Frente Guasú que en su momento llevó a la presidencia a Lugo. En las últimas semanas el ex presidente paraguayo que regresó a su país luego de lograr superar un cáncer linfático en Buenos Aires, recibió en su casa al candidato de la Concertación junto a Pepe Mujica. La relación entre Alegre y Lugo siempre estuvo marcada por la tensión en tanto que el actual candidato a presidente votó por la destitución en 2012.

El dilema de continuismo o cambio que marca un enfrentamiento directo con la “mafia” que gobierna Paraguay es parte central de la campaña que impulsa Alegre y su joven compañera de fórmula Soledad Núñez. “El adversario a vencer es el dinero sucio, es el crimen organizado. La referencia de todo eso hoy es Cartes” señaló el candidato en una reciente entrevista televisiva. Sus discursos expresan un perfil progresista que hace constantes referencias a los déficits educativos y en asuntos de salud para la población paraguaya pero que en reiteradas ocasiones reconoce méritos en el modelo económico que brinda estabilidad en el país. El cambio que propone Efraín es fundamentalmente político y aunque difícilmente gane el domingo tampoco puede descartarse la posibilidad de una sorpresa al hacer sido en el pasado un candidato sumamente competitivo. 

El cambio antisistema de Payo Cubas

La gran novedad del proceso electoral la dio Payo Cubas. Su emergencia en las encuestas es interpretada de dos formas diferentes. Por un lado, tal como marcan las encuestas estaría en condiciones de llegar al segundo lugar desplazando al candidato de la Concertación. Y, desde la coalición opositora consideran que puede ser útil para quitarle votos al Partido Colorado y permitir la llegada a la presidencia de Efraín Alegre. El antecedente histórico para esta hipótesis sería la candidatura conservadora de Lino Oviedo en 2008 cuando Lugo pudo ganar y por única vez el Partido Colorado fue derrotado en una elección presidencial.

Más allá de la especulación electoral Cubas representa un fenómeno que ya se hace frecuente en las elecciones sudamericanas. El abogado nacido en Estados Unidos fue expulsado del Senado en 2019 luego de protagonizar actos violentos que lo llevaron a agredir físicamente a integrantes de las fuerzas armadas y al mismo ex presidente Lugo. Sus propuestas se marcan por lo disruptivo. Desde un lado transformador del estatus quo propone terminar con el latifundio, cambiar la constitución, legalizar la marihuana o crear un banco de la soja aumentando retenciones. Mientras que desde posiciones absolutamente reaccionarias propone la pena de muerte, reivindica declaraciones xenófobas contra los “brasiguayos” (latifundistas brasileños) o actúa de manera violenta ante ciudadanos, dirigentes políticos o periodistas. 

Payo Cubas se reivindica como anarquista y expresa realmente un perfil antisistema que antes de la campaña electoral parecía que podía ser disputado por otro candidato como José Luis Chilavert que nunca levantó cabeza. Cubas cita a Javier Milei que tiene repercusión en Paraguay, es muy activo con sus discursos de odio en las redes sociales y claramente se posiciona como una opción para cambiar el país ante votantes más ligados a los sectores populares que a las élites económicas. A quién termina de afectar más, al Partido Colorado o a la Concertación, es otra incógnita que se develará el domingo.  

El resultado del domingo marcará la capacidad histórica de transformismo del Partido Colorado por haber logrado (o no) ejercer como oposición incluso a su propio gobierno y también expresa los límites y potencialidades de una oposición representada sucesivamente por Efraín Alegre. Y, además, la emergencia de Payo Cubas verificará (o no) efectivamente su masividad y cuál es el nivel de hartazgo político en el Paraguay.