Esta semana se conocieron los datos actualizados de actividad, empleo y desocupación para el cuarto trimestre del 2021, según publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Analizamos qué implican para el mercado de trabajo.
¿Qué ocurrió en ese trimestre? En primer lugar, la tasa de desocupación fue del 7% lo que representa el menor guarismo desde fines de 2015. El análisis interanual la ubica 4 puntos por debajo del mismo trimestre del año anterior (11%), teniendo presente el impacto de la pandemia en el mundo laboral en el 2020, y el posterior proceso de recuperación económica en el 2021 con crecimiento del 10,3% del PBI.
En valores absolutos, el desempleo alcanza a 947.000 personas si se considera la muestra de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y 1,5 millones de personas si se toma el universo de población. Por su parte, la tasa de actividad, que mide la Población Económicamente Activa (PEA) sobre el total de población, se mantuvo en niveles en torno a promedios históricos (46.9% en 4to trim), luego de una sensible caída en la pandemia.
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Si se compara con 2020, se observa un incremento de la PEA de unos 648.000 casos, mientras que el aumento de la ocupación fue de 1.120.000, donde 382.000 son personas inactivas que retornaron a la actividad. En comparación con el trimestre anterior (omitiendo el factor estacional) se puede mencionar, que la reducción de la desocupación se vincula a la generación de empleo con aportes jubilatorios, que pasó de 20.7% al 21.2%, es decir, más de 150.000 puestos de trabajo registrado.
Respecto a los ocupados demandantes, si bien la tasa se reduce, la misma continúa en niveles elevados, similares a 2018, lo que podría estar indicando que el salario percibido debe ser complementado con otro ingreso extra. En cuanto a la subocupación, si bien se redujo, aún se mantiene a niveles de 2018.
¿Qué pasa con las brechas de género? La tasa de actividad en las mujeres volvió a estar muy por debajo de la de los hombres (50,3% contra 69,7%) y, en relación, la tasa de empleo fue 18,8 puntos menos que la de los varones (46,4% y 65,4% respectivamente).
Además, si se observa la tasa de desempleo, en las mujeres se ubicó en 7,7% frente al 6,4% para los hombres (1.3 p.p. por arriba) y afectó más a las y los jóvenes (16,2% y 13,5%). En cuanto a esta última brecha, la misma se incrementó levemente en el último trimestre relevado, ya que el desempleo en mujeres es hoy 20% mayor al de los hombres, cuando anteriormente esa diferencia era del 17%.
Vale recordar que un 36% de las mujeres que trabajan remuneradamente lo hacen de forma no registrada y con ingresos un 38% más bajos que los varones (entre las y los registrados la diferencia es del 19%). En complemento, en materia de brechas patrimoniales y tributarias, el informe “El 8M en perspectiva económica: a dos años de pandemia y con la igualdad como meta” del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), advierte que en el caso del Impuesto a Bienes Personales del total de personas alcanzadas en 2019 el 67,5% son varones y el 32,5% mujeres, y si se mira el Impuesto a las Ganancias, del total de presentaciones de ese mismo año, apenas un 29,6% pertenece a mujeres.