Vecinos y vecinas, organizaciones sociales, voluntarios y trabajadores del Estado nacional, de las provincias y los municipios, venimos trabajando de manera organizada y solidaria en los barrios populares para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Como es sabido, debido a sus condiciones materiales, nuestros barrios están muy expuestos a la transmisión del COVID-19: al fuerte deterioro económico y social que se produjo como consecuencia de las política del gobierno anterior, hay que sumar el hacinamiento y la desigualdad, eternamente postergada, en el acceso a los servicios básicos.
Por estos motivos la intervención del Estado es imprescindible para asistir sanitariamente a nuestros compatriotas y revertir, aunque sean en parte, las condiciones de precariedad históricamente constituidas. Desde el Programa el Estado en tu Barrio, dependiente de la Jefatura de Gabinete del Gobierno nacional, y en coordinación con otros Ministerios y organizaciones comunitarias, sociales y religiosas, estamos trabajando en los barrios del AMBA para contener la propagación del virus.
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Enfocados en la instalación de postas sanitarias, trabajamos día a día con la comunidad en la prevención de la transmisión y en la promoción de los cuidados sanitarios necesarios. Con nuestro programa tenemos el desafío de llegar a cada vez más municipios y estamos comprometidos en lograr ese objetivo.
El protagonismo de la comunidad y de las organizaciones sociales, que trabajan junto con el Estado nacional, provincial y municipal, para construir estrategias de cuidado, es la realidad que a diario nos encontramos en los barrios populares. Nuestros vecinos y vecinas tienen una conciencia mucho más profunda de la necesidad de llevar adelante estrategias de cuidado colectivas, que la de aquellos que suelen discriminarlos de manera prejuiciosa.
El COVID-19 golpea con fuerza los barrios populares, pero no debemos olvidar que el virus llegó al país en avión, a través del aeropuerto de Ezeiza. Paradójicamente, el virus ingresó al país de mano de sectores que tienen la posibilidad de viajar al exterior, pero amenaza con mayor peligrosidad a aquellos que tienen muchas de sus necesidades básicas insatisfechas. Cuando grupos minoritarios se oponen a la cuarentena de manera decidida, no sólo ponen en riesgo su propia salud, sino también la de aquellas y aquellos que cumplen tareas esenciales y viven en los barrios populares.
Está claro que esta pandemia desnuda muchas dificultades que tiene nuestro país y el mundo entero, los niveles obscenos de acumulacion de la riqueza, las profundas desigualdades que esta acumulación genera y también la solidaridad de nuestros pueblos como la inconsciencia de grupos minoritarios.
Debates necesarios para pensar el futuro que queremos, pero sin duda que hay uno que aparece casi saldado: la necesidad de tener un Estado presente, dinámico y que actúe en favor del conjunto de su pueblo. Esto es algo para tener presente de acá en más como saldo de esta terrible pandemia cuando vuelvan al carga los proselitistas del liberalismo que despotrican contra la intervención del Estado.
Trabajar para contener la transmisión del COVID-19 en los barrios populares, no solo es parte de las responsabilidades que, con orgullo y dedicación llevamos adelante desde el Estado nacional, sino también parte de un compromiso ciudadano que nos interpela a todos y todas por igual, más allá de sector de la Ciudad o la Provincia que nos haya tocado nacer y vivir.
Marcos Fernández, Director Operativo de El Estado en tu barrio, Jefatura de Gabinete de Ministros.