"El relato oficial oculta la verdadera causa de la caída de Melconian: se negó a una transfusión monstruosa de fondos al Tesoro para el año electoral, que hubiera dejado al Banco Nación una vez más fuera de las relaciones técnicas que permiten su funcionamiento, como ya ocurrió en 2016", disparó "El Perro" en su publicación dominical, titulada "Plata quemada".
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En este sentido, Verbitsky amplió que la maniobra incluye el "feroz descenso de los depósitos y un torrente de plata para financiar gastos corrientes del Estado. El paso siguiente al vaciamiento es la privatización, un viejo anhelo neoliberal".
"Martín Kanenguiser escribió en La Nación que Melconian tuvo una actitud de cautela frente a las exigencias de préstamos por parte del Tesoro. "En diciembre nos pidieron más de $ 60.000 millones de pesos; ahora, en el año de las elecciones, quieren un banco más keynesiano", le atribuyó no sin ironía a un colaborador de Melconian. El viernes dijo casi lo mismo Ricardo Roa en Clarín: en diciembre "el Gobierno le pidió al Nación una parva de plata para tapar el agujero fiscal y Melconian corcoveó". En su despedida, en la que el rostro del duro tecnócrata neoliberal que es se mojó con las lágrimas del pibe armenio de Valentín Alsina que fue, Melconian dijo que había ordenado a su gente de prensa "no operar la noticia ni bajar línea"", recopiló Verbitsky.
"La pulseada por los fondos del Banco Nación lleva tanto tiempo como el gobierno de Macrì y puede rastrearse en los documentos oficiales del Banco Nación y de la autoridad regulatoria, la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central", detalló en su publicación el periodista de Página 12.