Por la megadevaluación y el arrastre de la crisis económica, se espera una temporada bastante difícil para la temporada veraniega que se aproxima en la Costa Atlántica. El brusco salto del dólar elevó el precio de los alquileres y, tal como pasa en el resto del país, el impacto sobre el sector comercial rebaja las expectativas.
Desde el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata aseguraron a este medio que el aumento del valor de alquileres para las vacaciones de verano promediará entre un 30 y 40%. Aunque el número es realmente alto, la renta apuntará a tratar de compensar pérdidas y no generar ganancias.
A priori, tras el salto del tipo de cambio de $ 45 a $ 60, los destinos nacionales ganarían mayor relevancia a la hora de elegir donde pasar las vacaciones, en detrimento de los viajes la exterior. Justamente, cierta compensación numérica de cantidad de turistas se dará por aquellos que antes lo hacían en el extranjero. Aún así, deberán desembolsar gran parte de sus ingresos.
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De acuerdo a lo que pudo corroborar El Destape, rentar un departamento de un ambiente para la primera quincena de enero, en Mar del Plata, costaría alrededor de $ 17.000; dos ambientes, $ 21.000, y tres ambientes, $ 27.000. En otros puntos también muy concurridos, como San Clemente, Santa Teresita o Mar de Ajó, las cifras se repiten en valores similares.
De hecho, Jorge Riccilo, integrante de la Cámara de Balnearios de Mar del Plata ya adelantó que no habrá precios referenciales y que cada balneario tendrá la libertad de elegir el valor y formas de pago en el alquiler de carpas y sombrillas.
Crisis de ventas
El deterioro del poder adquisitivo del salario hizo desplomar el nivel de ventas en la región turística. A pocos meses de empezar la temporada, ni siquiera la llega del verano alimenta las expectativas de los comerciantes.
En conversación con este medio, el presidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata, Raúl Lamacchia, dio su parecer sobre el peso de la crisis: “las principales calles comerciales están sufriendo el impacto, no hay perspectivas de repunte ni siquiera en el verano, ni de recuperación. Todo lo que pasó ha bajado las ventas y hay comercios que cierran constantemente”.
“Ojalá esto cambie lo más rápido posible pero la situación actual es crítica. Los negocios cierran las puertas y con la devaluación, los precios no serán ni parecidos a los de la temporada pasada, cuando ya había habido un fuerte salto del dólar”, agregó.
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