Los presidentes de Venezuela y Ecuador, Nicolás Maduro y Rafael Correa respectivamente, rechazaron la destitución de la ahora ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Además, anunciaron que retirarán a sus representantes diplomáticos de ese país.
Por medio de su cuenta Twitter, Correa expresó: "Una apología al abuso y la traición. Retiraremos a nuestro encargado de la embajada. Jamás cohonestaremos estas prácticas, que nos recuerdan las horas más obscuras de nuestra América" dijo.
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En mayo, Quito llamó a consultas a su embajador en Brasil, Horacio Sevilla, que desde entonces no volvió al puesto y en junio fue nombrado representante permanente de Ecuador ante Naciones Unidas. Por lo que el máximo representante de Ecuador en Brasil era hasta ahora Santiago Javier Chávez Pareja, como encargado de negocios. "Toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma, con Lula, y con todo el pueblo brasileño". finalizó Correa.
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El gobierno de Maduro anunció el retiro de su embajador y el congelamiento de sus relaciones con Brasil, al condenar "enérgicamente" la destitución de Rousseff con un "golpe de Estado parlamentario".
Venezuela "ha decidido retirar definitivamente a su embajador en la República Federativa de Brasil y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario", subrayó la Cancillería en un comunicado. El embajador venezolano en ese país es Alberto Efraín Castellar Padilla.
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