27 de diciembre, 2019 | 09.15

Una cumbre en el exilio porteño: Evo Morales define su estrategia para las elecciones

El presidente depuesto de Bolivia reunirá a mil dirigentes de su partido el domingo en Buenos Aires. Salta fue descartada como sede por cuestiones de seguridad.

Para Evo Morales la Navidad llegó con regalos y una decisión política. El miércoles por la mañana, tras compartir una chocolatada con niños de la comunidad boliviana en un predio deportivo ubicado en Puerto Madero, el presidente derrocado boliviano terminó de zanjar una cuestión que le venía zumbando en la cabeza. La cumbre política del MAS, el mitín partidario más relevante de su fuerza desde que se consumó el golpe cívico militar, no sería en Salta como se suponía hasta hace 48 horas atrás en función de poder preservar la seguridad del cónclave.

De esa manera los mil dirigentes convocados de su estructura política se verán finalmente las caras en la capital argentina y no en una localidad norteña como había fijado la conducción exiliada en un principio. Los referentes del evismo viajarán desde Bolivia unas horas más a lo previsto en el primer plan de vuelo en pos de consumar la reunión donde comenzará a definirse la fórmula presidencial.

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Evo Morales temía que la localización salteña estipulada, una zona fronteriza más permeable a una incursión militar extranjera relámpago, podía terminar siendo la estación previa a una detención suya. Sobre Morales pesa una orden de aprehensión dictada por el régimen golpista, que acusa al primer presidente indígena de su país de “sedición y terrorismo” por haber instigado supuestamente desde México el plan de corte de rutas que las organizaciones sociales y campesinas activaron apenas la Senadora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta.

“Estados Unidos encontrará una manera de arrestarme si me acerco a Bolivia”.

Esa acusación y esa caratula penal estrafalaria fue complementada por un pedido del gobierno golpista a Interpol para que la organización internacional ayudase a detener a Morales fronteras afuera de Bolivia. El miércoles navideño, tras el deleite de un desayuno con sus infantes compatriotas y  luego de transpirar la camiseta en un partido de fútbol, Evo Morales explicó a la corresponsal del Folha Do Sao Paulo en Buenos Aires, la colega Sylvia Colombo, el principal motivo que precipitó el cambio de sede para la cumbre del domingo: “Estados Unidos encontrará una manera de arrestarme si me acerco a Bolivia”.

Evo Morales, en modo jefe de campaña, buscará plasmar dos cosas el domingo: angostar el menú de precandidatos presidenciales, de esa manera logrará ordenar la discusión interna dentro del MAS, aunque principalmente pretende dar una demostración de poder a la coalición golpista. Las últimas encuestas, publicadas el último domingo por un diario afín al régimen como Página Siete, advierten que el MAS sigue siendo la principal fuerza política en concitar adhesión ciudadana aún en un duro clima de persecución política. A esa buena noticia Evo desea sumarle otra buena nueva: reunir bajo un mismo techo a las nueve mesas regionales de su partido, cada uno de esos burós representan a los nueve departamentos de Bolivia. Concentrar diversidad territorial, al cobijar en su exilio a dirigentes provenientes ya sea de la llanura agroindustrial del oriente o de la selva amazónica próxima a La Paz, permitirá a Morales pisar fuerte en el inicio de un debate electoral que tendría fecha de comicios a inicios de mayo.

El ex ministro de Economía Luis Arce, los ex Cancilleres David Choquehuanca y Diego Pary, o el dirigente gremial cocalero Andrónico Rodríguez. Los mil dirigentes del MAS debatirán en Buenos Aires quienes de esos cuatro dirigentes seguirán peleando por ser el relevo electoral de Evo Morales. Una fuente de la conducción del MAS exiliada en la capital argentina confió a El Destape que esa lista de precandidatos se acortará a la mitad. De esa manera la principal fuerza política boliviana estaría más cerca de hacer su anuncio electoral definitivo a mediados de enero. El binomio de la boleta presidencial sería complementado por una dirigenta del MAS. Por lo pronto, medios bolivianos mencionan dos nombres para ese lugar: la presidenta del Senado Eva Copa –líder del ala dialoguista del MAS- y la líder campesina del Chapara Leonilda Zurita.