Los regalos por "cortesía" que reciben la primera dama Juliana Awada y su hija menor, Antonia Macri, forman parte, desde hoy, de la lista que publica la Oficina Anticorrupción y en la que todos los funcionarios y empleados públicos "sincerizan" los obsequios que reciben durante su función.
Una normativa que entró en vigencia el año pasado advierte que los agentes públicos tienen "vedado" recibir obsequios que "no se hubieran ofrecido si el destinatario no se desempeñara en su cargo". Sólo podrán aceptar los regalos "por costumbre diplomática" o "por cortesía". Todos esos obsequios deben informarse en un registro oficial y si supera los $ 4000, el objeto debe pasar al patrimonio del Estado.
LEER MÁS: Michetti admitió que cayó el consumo por los tarifazos
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Awada no es una funcionaria pública y no cobra un sueldo, pero según el organismo presidido por Laura Alonso, la primera dama debe cumplir ciertos puntos de la Ley de Ética Pública.
Según publicó el diario La Nación, Awada, que está registrada como "señora de Macri", recibió hasta ahora cinco obsequios, aunque desconoce el remitente:
- Un libro titulado Building Bridges(Construyendo Puentes).
- Dos posafuentes "multiuso" de metal.
- Un pañuelo con una ilustración de un "joven caballero inspirado en un paisaje".
- Una billetera color "bordeaux" de la marca Salvatore Ferragamo.
Mientras que para Antonia sólo se informó que recibió "una caja con pinturas al óleo y accesorios de la marca Van Gogh".