Durante tres horas, un niño de nueve años fue atado a una cruz en la plaza de Humahuaca, en un "acto y marcha" por la paz organizado por la Prelatura el pasado 7 de junio.
Desde la dirección de la escuela Simón Bolivar habían enviado a los padres una nota para que firmen la autorización permitiendo que sus hijos "participen" de la marcha de la Iglesia.
El cura que organizó el acto fue Jesús Olmedo, quien afirmó que el chico “lloraba porque hacía un poco de frío. Pero también lloran los hombres”.
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Una maestra, testigo del acto, dijo que un momentos sorprendente fue cuando el cura interrumpió su discurso para decir, “el niño está derramando lágrimas”, con el objetivo, según ella, de “explicarnos que lo iban a bajar porque tenía mucho frío y lágrimas de dolor. Recién después de pedirle permiso al cura lo bajaron”.
El acto religioso contaba con la aprobación del ministerio de Educación de la provincia de Jujuy.