Una vez resuelta la alianza entre la UCR, la Coalición Cívica y el PRO, comenzó la etapa de bajar a tierra la foto feliz de los grandes ganadores de la jugada: Macri, Sanz y Elisa Carrió. En la provincia de Buenos Aires, donde se disputa el 40% del padrón electoral, la alianza comenzó las charlas en cada distrito para definir candidaturas y listas. Mientras que en el primer caso la idea de hacer internas municipales es posible, según la realidad de cada distrito, para los cargos provinciales prima la idea de unificar las listas.
El acuerdo, además, dejó en una situación incómoda a la Unión Cívica Radical bonaerense. Es que el referente en la provincia, Ricardo Alfonsín, era el principal enemigo del acuerdo que se aprobó en Gualeguaychú y hoy debe negociar el espacio con un interlocutor que se sabe ganador en la interna y que tiene claro que posee al único candidato competitivo a nivel nacional dentro de este espacio.
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También viene apareciendo, más de afuera que de adentro, la sombra de Sergio Massa, de quien se rumoreaba que aterrizaría en la Provincia como candidato a gobernador del gran frente opositor con el que sueña el "círculo rojo". Esta opción, según pudo averiguar El Destape, es tomada con pinzas por varios integrantes del frente bonaerense, quienes siguen manteniendo el rechazo al ex intendente de Tigre, pero abren la puerta, en algunos casos, al desembarco de dirigentes del Frente Renovador que se decidan a dar el garrochazo. Una suerte de "massismo sin Massa".
La lucha por la gobernación
Una vez consumado el frente opositor, que aún no tiene nombre definido pero llevaría el sello de "Juntos", el radical Miguel Bazze se bajó de la precandidatura a gobernador. Fuentes cercanas a Ricardo Alfonsín, principal referente boina blanca en el distrito, aseguraron que intentarán presentar un candidato para disputarle espacio al PRO, aunque saben que la pelea es titánica. La situación así se percibe en los municipios, donde los referentes locales temen comerse una paliza electoral si van a la PASO colgados a una boleta con un candidato con bajísima intención de voto, como Ernesto Sanz.
María Eugenia Vidal, en tanto, creció en las encuestas y, si bien aún no tiene números que la acerquen a la gobernación, en el seno del PRO ya no ven que la actual vicejefa de Gobierno sea solo una partenaire en la lucha bonaerense. Hace algunos meses, la expectativa era que Vidal mantenga guarismos similares a los de Macri en la Provincia; hoy, la gente que trabaja con ella dice que, por las dudas, "hay que prepararse" por si ocurre alguna sorpresa como la de Del Sel en Santa Fe en 2011.
Desde este sector político deben definir quién acompañará a Vidal en la fórmula. Allí, podría abrirse un espacio para las demás fuerzas, ya que no descartan que sea un radical o alguien de la Coalición Cívica, entre los que mencionaron a Héctor "Toty" Flores, el ex piquetero que hasta el momento mantiene su candidatura a gobernador por la CC. También se baraja el nombre del periodista deportivo Fernando Niembro, quien recientemente recorrió el conurbano junto a Vidal en campaña.
En diálogo con El Destape, Flores reconoció la buena sintonía que mantiene con la ex integrante del Grupo Sophia, pero ve difícil compartir fórmula. "Jugaremos en el lugar que se crea necesario, voy a tener un rol. En algún momento se conversó (la fórmula), María Eugenia debería tener alguien que le correspondiera, una fórmula conjunta es difícil", argumentó.
Listas únicas o PASO
A nivel de legisladores nacionales y provinciales, la expectativa está puesta en poder definir una lista conjunta, aún sin tener en claro quién la encabece. Desde el PRO apelan a "la grandeza de los dirigentes" para lograr acordar y obtener un espacio para todos. Se sabe, Macri es el que mejor intención de voto tiene en este frente por lo cual es el que lleva las de ganar. La UCR, en ese "panorama caótico", tal como lo definieron desde cerca del hijo del ex presidente, apuesta a tener primeros lugares en las listas para no ceder protagonismo, quizás el beneficio más grande que consigue el radicalismo con este acuerdo.
Por debajo acontece un trabajo de hormiga. En cada municipio se discute con los dirigentes locales cómo materializar esa confluencia que se logró en la cúpula nacional. Allí no se descarta que, donde sea necesario, se realicen internas para dirimir los candidatos y quién integra las listas de concejales. Desde el partido amarillo, el integrante de la fundación Pensar y armador en la sexta sección electoral, Jorge Srodek, afirmó a este medio: "Donde los radicales tienen intendente se va a tratar de priorizar al intendente en funciones, acordando incorporar gente del PRO en lugares expectantes, no solo en concejales sino también en el gabinete".
Desde el radicalismo, en cambio, hablan de la "condena a muerte" que significó este acuerdo para el radicalismo bonaerense, hoy destinado a competir en inferioridad ante PRO. Alfonsín viene dialogando con diferentes intendentes para tratar de unificar posturas de cara a este tire y afloje que durará hasta fines de junio. Al menos, reconocen que el macrismo "está abierto a la discusión", aunque haya realizado "algunas demostraciones de fuerza" para ocupar espacios. Aun así, la bronca con el sector de Sanz se mantiene caliente. "En Entre Ríos se eligieron cosas que no tenían sentido. Teníamos un candidato que medía 15 puntos (por Cobos) y se tomó la postura del que tenía 2", afirmó a este medio un allegado al ex candidato a presidente.
El fantasma Massa
Con algunas encuestas que lo dan afuera por varios puntos del ballotage, volvió a tener protagonismo el rumor de una posible declinación de la candidatura presidencial de Massa y su consiguiente desembarco en la disputa bonaerense, algo que sacudiría el panorama nacional, al terminar de polarizar la elección entre el oficialismo y el gran frente opositor que encabezaría Macri, y el bonaerense, donde Massa ya triunfó por varios cuerpos en 2013 pero a la vez tiene una interna por este cargo que le causaría más de un dolor de cabeza desarmar para entrar él a jugar.
Los consultados por este medio, al menos por ahora, descartan la llegada del Tigrense a un gran armado opositor, aunque le abren la puerta a las segundas líneas del Frente Renovador que quieran sumarse. Desde adentro de la campaña de Vidal admiten que "alguna conversación hubo" con gente del Frente Renovador, pero que eso no incluye a Massa. "Otra cosa es que venga Massa, no va a venir Otacehé. Hay una línea que se mantiene, que es decirle no a los que estuvieron en el kirchnerismo", sostuvo la fuente.
En el Interior bonaerense sí hay diálogo con sectores peronistas, aunque no con los que participan en el Frente Renovador. El PRO, aunque se postule como el "Cambio", mantiene lazos con los partidos tradicionales. Así llegó a este acuerdo con la UCR y desde sus orígenes albergó a dirigentes del peronismo, como Diego Santilli, Christian Ritondo o el propio Horacio Rodríguez Larreta. Hace poco incorporó al eterno segundo Carlos Reutemann.
Un ejemplo de estos puentes con el peronismo pero a nivel Provincia es el de Miguel Saredi: ex kirchnerista, jugó con Sergio Massa en 2013 y ahora lanzó su candidatura a intendente de La Matanza apoyando al ex presidente de Boca, que ya tiene a Javier Castrilli en carrera para ese cargo. El PRO, hasta el momento, se muestra más interesado en sumar legisladores provinciales e intendentes que hoy juegan con el massismo más que al propio líder del espacio.
Desde la UCR juran y perjuran que en Buenos Aires no hay diálogo con Massa ni con gente cercana a él, aunque admiten, algo resignados, que "puede pasar cualquier cosa".