Los equipamientos poseen individualmente 35 megavatios de potencia y se componen de tres módulos: uno de alta tensión, uno transformador y otro de media tensión. La función específica que cumplirán las subestaciones móviles es la de modificar y establecer los niveles de tensión de la infraestructura eléctrica, para de esta manera facilitar el transporte y distribución de la energía.
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"Ofrecerán soluciones para el suministro de energía en situaciones de emergencia o cuando el servicio se requiera de manera temporal. También, serán útiles para suministrar energía en aquellos momentos en los que se estén realizando maniobras de mantenimiento en alguna de las subestaciones convencionales o inclusive durante algún periodo de reparación de alguna de ellas", señalaron en un comunicado desde el Ministerio de Planificación Federal .
La primera unidad llegó al Aeropuerto de Ezeiza el 2 de diciembre y se instaló en la subestación Santa Rita, ubicada en la calle Juan Agustín García al 3000, con el fin de atender el sostenido incremento de la demanda en Villa Santa Rita, Villa del Parque y Villa General Mitre. Esta incorporación tecnológica, que llevó una inversión de 47 millones de pesos y permite mejorar la calidad del servicio de 120.000 hogares.
La segunda, arribó el 10 de diciembre, instalándose en la subestación Liniers y beneficiando a los usuarios de los barrios de Liniers, Villa Real, Versalles y Mataderos. La puesta en funcionamiento de esta unidad de 35 megavatios, permitirá mejorar la calidad de servicio de 150.000 personas.
La última subestación móvil que llegó al país lo hizo el pasado martes 16 de diciembre. Este equipamiento está siendo instalado en la subestación Azcuénaga, ubicada en la calle Paraguay al 2300, con el fin de mejorar la red de alta y media tensión en los barrios de Once, Recoleta, San Nicolás y Balbanera. Su puesta en funcionamiento permitirá mejorar la calidad del servicio a más de 300.000 vecinos de esa zona de la ciudad de Buenos Aires.
Entre febrero y abril de 2015 llegarán otras dos subestaciones que serán emplazadas en otros barrios de la ciudad. La característica "móvil" de estas subestaciones genera una gran ventaja con respecto a las subestaciones convencionales, permitiendo trasladarlas de un distrito a otro para reforzar el servicio en aquellas zonas que lo necesiten.
"Todos los trabajos realizados para poder instalar estos equipamientos en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires resultan de vital importancia para mejorar la calidad del servicio que las distribuidoras Edenor y Edesur prestan a los usuarios en todas las aéreas de concesión, y de esta manera enfrentar los aumentos continuos de la demanda eléctrica en el país", se indicó oficialmente.
Según el último informe de la Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica de la República Argentina, en el mes de noviembre, la demanda eléctrica en CABA y GBA aumentó un 2,7% en relación a la del mismo mes de 2013, continuando así con la expansión ininterrumpida que se viene experimentando.
El Plan de Inversiones tanto de Edesur, como así también de Edenor, se ejecutan en el marco de la Resolución del Ministerio de Planificación Federal Nº 3 de enero de 2014, la cual estableció que la Subsecretaría de Coordinación de ese Ministerio será la encargada de decidir a qué obras serán destinados los recursos del Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica (FOCEDE).
Con el objetivo de mejorar la gestión respecto a la ejecución de esas obras, desde Planificación se creó una estructura específica, a través de la cual la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) controlan y aprueban las obras, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) realiza el control físico y la Auditoría General de la Nación (AGN) certifica todo el proceso.
Tras el diseño de este esquema, en enero de 2014, el Ministro de Planificación detalló el plan de obras para Edenor y Edesur, exigiéndoles la ampliación de cuadrillas y la mejora en los sistemas de atención a usuarios.
En lo que va del año, a partir del FOCEDE, Edesur ejecutó inversiones por más de 1.400 millones de pesos, mientras que Edenor lo hizo por más de 900 millones, abarcando obras de baja, media y alta tensión. En este contexto, para el próximo año se prevén a través del FOCEDE inversiones en obras de ambas compañías por más de 3.700 millones de pesos. A esto deben sumarse los trabajos que ejecutan las empresas con fondos propios, principalmente destinados al mantenimiento correctivo de las redes.
En lo que va del año, Edesur finalizó unas 400 obras en las zonas más afectadas por interrupciones del servicio. Asimismo, se informó que, a través de unas 20 contratistas, se están ejecutando otras más de 160 obras, empleando a unos 1.200 trabajadores y planificando otras 250 que ya se encuentran programadas. Del mismo modo y a lo largo del mismo periodo, Edenor finalizó un total de 360 obras, teniendo en ejecución otras 250 y planificando unas 100 más a iniciarse en el corto plazo.