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Los dichos del pontífice fueron formulados ante 7000 industriales. Ante la audiencia, Bergoglio les pidió que "sean artífice de un nuevo humanismo del trabajo".
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"Queridos amigos, ustedes tienen "una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos"; por tanto, están llamados a ser constructores del bien común y artífices de un nuevo "humanismo del trabajo", aseveró el pontífice. "Están llamados a tutelar la profesionalidad y, al mismo tiempo, a prestar atención a las condiciones en las que el trabajo se realiza, para que no se verifiquen incidentes y situaciones de malestar", demandó Francisco a los industriales, criticando así la explotación laboral. En esa línea, les exigió que rechacen "categóricamente que la dignidad de la persona sea pisoteada en nombre de exigencias productivas, que enmascaran miopías individualistas, tristes egoísmos y sed de ganancia".
Minutos antes, Francisco recibió por 22 minutos a Mauricio Macri, a quien le regaló sus encíclicas Laudato Sii y Evangelii Gaudium, en donde critica la explotación del medio ambiente y la economía del mercado y aboga por el combate a la pobreza. Tras la reunión, Macri explicó que los despidos en el sector estatal se hacen para "generar empleo".