Luego del comunicado emitido por el FMI, el Gobierno consiguió un aval político importante para revalorizar su postura de no pagar en los próximos años. En ese contexto, el ministro Martín Guzmán confirmó que "seguirá el diálogo" con el organismo.
El Fondo consideró que la deuda de la Argentina "no es sostenible" y pidió una "contribución apreciable" de los acreedores privados, es decir, una quita considerable. Las reuniones de Guzmán con los máximos jerarcas del organismo de crédito dieron sus frutos. De hecho, se espera que el jefe de cartera profundice el vínculo cuando se encuentre con la titular del ente, Kristalina Georgieva, durante la cumbre del G20 en Arabia Saudita.
En ese sentido, Guzmán aseguró que seguirán "dialogando estrechamente con el personal del FMI y sus autoridades, con el objetivo de profundizar una relación crecientemente constructiva, que tiene como fin alcanzar una resolución consistente de la crisis económica y social en la que está inmersa la Argentina".
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Adelantándose a los hechos, desde Hacienda confirmaron que "el equipo del FMI compartió el objetivo general de restablecer el crecimiento, reducir la pobreza y, al mismo tiempo, establecer una secuencia hacia los equilibrios fiscal y externo".
"Se revisaron los supuestos en los que se basó el programa macroeconómico incluido en el acuerdo stand-by de 2018, con el propósito de profundizar el entendimiento mutuo sobre los fundamentos y las premisas en las que se basa el plan que está implementando el Gobierno nacional", describieron desde el gabinete económico en un comunicado.
Y continuaron: "Se coincidió en que el programa está orientado a resolver la difícil situación económica y social que enfrenta el país. En este sentido, se han ejecutado un conjunto de medidas para atacar la problemática de la pobreza y estabilizar la economía".
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