"Buenos días, señor Presidente ¿Cómo le va?", fue la recepción del Sumo Pontífice ante la presencia del mandatario en la Sala del Tronetto. "¿Cómo le va, Francisco? Un gusto", respondió el jefe de Estado, acompañado por su comitiva de su familia, ministros y gobernadores. Macri estuvo acompañado de su esposa, Juliana Awada, su hija Antonia y una comitiva que integraba el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la canciller Susana Malcorra y el vocero presidencial Iván Pavlovsky.
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Además, Macri fue al Vaticano acompañado por los gobernadores de Salta, Juan Manuel Urtubey, Tierra del Fuego, Rosana Bertone y Mendoza, Guillermo Cornejo.
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Previo a los saludos a la delegación, el Presidente y el Santo Padre mantuvieron un encuentro privado de 22 minutos en la Biblioteca del Palacio Apostólico, en el tercer piso de la Santa Sede. Al contrario de lo que ocurría con su predecesora, Cristina Kirchner, a la que el papa argentino solía recibir en la residencia privada papal, la Casa Santa Marta, la cita con Macri fue muy seria y formal, según la agencia AFP.
Como es costumbre en los encuentros entre jefes de estados, Macri y Francisco intercambiaron regalos: el exobispo porteño le obsequió el Medallón del Olivo, la encíclica Laudato Si y la exhortación apostólica Evangelii Gaudium; mientras que el mandatario hizo entrega de un poncho, una Cruz de Matará y una colección de 12 discos compactos con música nacional como tango y chamamé. "El olivo representa la unión y eso es lo que todos queremos. Me gusta regalar este medallón a los jefes de Estado. Tiene dos ramos con algo en medio que lo separa, pero que termina luego por unirlos", manifestó el Papa.
Macri, quien emprenderá el vuelo de regreso en la noche del sábado, tiene programado también un encuentro con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, en el Palacio Chigi y otro con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale.