A Europa no le alcanza con la pandemia del coronavirus que el volcán Etna, el más grande del Viejo Continente, entró en erupción. La actividad produjo una densa nube de humo y lava que pudieron ser vistas a más de 30 kilómetros de distancia. El Etna entró en erupción el sábado por la noche y mantuvo su movimiento durante todo el fin de semana.
El Etna se ubica en la zona de Sicilia, al sur de Italia, una de las zonas más golpeadas por la pandemia del Covid-19. Según el Instituto Nacional italiano de Geofísica y de Vulcanología (INGV), los ríos de lava fluyen de la ladera sudeste del volcán sobre una longitud de más de 2 kilómetros desde su boca.
El volcán Etna tiene 3.300 metros de altura y es uno de los más activos de toda Europa. La actividad requirió el cierre de los dos aeropuertos en la ciudad siciliana de Catania debido a las altas emisiones de ceniza a la atmósfera.
La última erupción del volcán se había registrado en el invierno italiano de 2009. El Etna es el volcán más grande de Europa y se registran erupciones desde al menos 2700 años.
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