Integrantes del equipo de Tandanor que trabajaron en la restauración del ARA San Juan relataron cómo fue el proceso de prueba de la nave, que consiguió su aprobación definitiva durante la gestión de Cambiemos.
En declaraciones al diario Página 12, dos integrantes del equipo encargado de la reparación del submarino desaparecido revelaron detalles del trabajo realizado y dejaron en evidencia la responsabilidad del macrismo en la habilitación de la nave.
Si bien el arreglo “de media vida” del ARA San Juan finalizó en mayo de 2014, luego se efectuaron el período de pruebas (terminado en octubre de 2015) y la “etapa de garantía”, que concluyó en 2016.
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Tras la finalización de esos procesos, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo en un informe al Senado, que el submarino “ya fue entregado a la Armada Argentina y se encuentra operativo en Mar del Plata”.
“El submarino se entregó a la Armada cuando estaba 100 por ciento aprobado. Es una falta de respeto decir que lo mandaron a navegar atado con alambres”, afirmó Fabián Quiroga, quien estuvo a cargo de la parte mecánica durante el arreglo de media vida del ARA San Juan.
Asimismo, Quiroga explicó que tras la entrega provisoria a la Armada comenzaron los seis meses de "garantía", en donde de haber existido algún tipo de observación sobre el estado del submarino “se tendría que haber advertido en ese plazo, que se terminó en 2016, ya con la gestión de Cambiemos en el gobierno”.
Y advirtió: “Si la Armada no tiene ninguna objeción firma le entrega definitiva y Tandanor ya no tiene responsabilidad”, remarcó.
En ese contexto, la ex ministra de Defensa y actual diputada Nilda Garré, alertó a Peña en mayo de 2016 que “el submarino San Juan necesita de una carena desde hace tiempo y se la deberá hacer pronto si no se quiere tener incidentes de navegación”, en el marco de los informes de gestión que el jefe de Gabinete debe presentar en el Congreso. Peña no contestó el reclamo de Garré
Al respecto, Quiroga señaló que A el servicio de carenado es "el trabajo de mantenimiento sobre la parte exterior de la nave", ya que "si bien los cascos de los submarinos son muy resistentes, el agua de mar genera deterioro".
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