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En cambio, el canciller argentino Héctor Timerman especuló con que no habrá un acuerdo durante la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la UE que se desarrolla en Bruselas. "Brasil, mejor dicho, el Mercosur, tiene la intención de hacer su propuesta y queremos saber si la Unión Europea está lista para eso", dijo Rousseff al llegar a Bruselas, mientras que Timerman expresó su opinión avanzada la jornada.
En este sentido, Abreu adelantó que, si bien la propuesta europea se espera para fin de año, "Brasil pedirá que el intercambio (de propuestas) se acelere no más allá de julio", al tiempo que dijo que la Argentina "hasta ahora es reticente al acuerdo" y opinó que "sería ruinoso (para Cristina) que no aceptara".
"Si ellos quisieran ir para atrás, nosotros estamos dispuestods a negociar", añadió. Ambos bloques tendrían que haber intercambiado ofertas arancelarias el año pasado pero esto no sucedió y desde hace meses las negociaciones parecen estancadas, puntualizó la Agencia francesa AFP.
Mañana, al margen de la cumbre, Timerman y el resto de sus pares de Brasil, Paraguay y Uruguay se van a reunir con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstrom y con uno de los consejeros de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para "intentar facilitar" la negociación. Tras ese encuentro se espera una declaración conjunta.
"El Mercosur quiere consolidar esta relación. Es una prioridad de la agenda externa del Mercosur y de Brasil. Estamos listos", dijo Rousseff, según el discurso difundido por la presidencia brasileña. Mucho más excéptico y fuera de los plazos que puso Rousseff, Timerman especuló que "no" habrá acuerdo, sino que aseguró que en la reunión se va a plantear es que el Mercosur "tiene una oferta para intercambiar y escuchar en qué estado están. Tenemos información que ellos no han podido culminar su oferta y por lo tanto no se puede hacer el intercamio (de propuestas)", añadió.
"El Mercosur quiere llegar a un acuerdo y la Argentina va a hacer todo lo posible para que el acuerdo al que lleguemos con la Unión Europea, si llegamos, beneficie especialmente a los pueblos del Mercosur, porque creemos que no podemos sacrificar el bienestar de nuestra gente en pos de un acuerdo que no sea beneficioso para nuestros sectores", planteó Timerman.
El acuerdo que se está negociando con el Mercosur se divide en tres grandes capítulos: diálogo político, cooperación y comercio e inversión, el más difícil, reconocen en la UE. Después de seis años de suspensión, las negociaciones se reanudaron en 2010. Desde entonces, Europa entró en una crisis económica y la dinámica comercial interna del Mercosur se vio afectada por medidas unilaterales de los socios.
Desde Europa no todos los países pudieron sostener una posición común y en el bloque sudamericano tampoco los deseos de la Argentina han sido exactamente iguales a los de Brasil, ya que fue el país que más tardó en sumar reparos, por lo que los otros tres miembros que negocian el acuerdo de libre comercio lo apuraron a fijar una posición.
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