En noviembre el presidente del Banco Nación, Carlos Melconián, había planificado un "ajuste indispensable" que finalmente con el triunfo del macrismo llegó a las casas de familia de la mano de los aumentos de la electricidad, primero, y el gas en breve pero... ¿qué dicen los especialistas al respecto? ¿cómo impactará?
En diálogo con el matutino La Nación, Alejandro Rodríguez, director del Centro de Economía de la Universidad CEMA, aseguró que "el asalariado está teniendo sueldos viejos y precios nuevos porque éstos vienen de las paritarias de mediados del año pasado y en muchos casos no hubo incrementos, y se llega a las próximas paritarias con una fuerte alza en la inflación".
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"Justamente ése es el dilema que enfrentan los gremios: precios nuevos, tarifas nuevas y sueldos viejos. Las subas en las tarifas serán duras para aquellas familias con un sueldo promedio de 15.000 pesos", aseveró el economista quien agregó que el Gobierno quiere "moderar los incrementos y encauzar la economía argentina hacia incrementos nominales más acotados tanto de precios como de salarios".
Por su parte Walter Agosto, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) añadió: "La tarifa de luz es un golpe" y afirmó que "si bien las tarifas estaban atrasadas, en términos de pesos será significativo para el asalariado. Todo resta y nada suma."
"Estamos ante una situación inflacionaria comparable a la de 2014, con la suba de tarifas que impactará en la gente, con un primer semestre con fuertes ajustes de servicios públicos, devaluación, suba de tarifas de transportes públicos y subas de agua y gas significativas", agregó Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Ecolatina.
Quien no está de acuerdo con los pronósticos anteriores es Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres & Asociados, quien analiza que, pese a las subas tarifarias, "en el Gran Buenos Aires tendremos una inflación más alta que se irá compensando para aquellos que logren recibir beneficios de Ganancias, los que están debajo de Ganancias y buena parte estará compensada por la tarifa social. Sin embargo, en el medio habrá un grupo que no estará compensado por nada".
Según Spotorno, "para la gente tiene mayor impacto que la carne suba un 30 por ciento que el 600 por ciento del alza en la electricidad". Aun así, no descarta que la suba genere un "fuerte" impacto en los salarios en relación con el nivel de aumento que el Gobierno pretende para las paritarias.