Desde las 0 horas de este martes, algunas petroleras subieron sus combustibles un 6% promedio y llevaron el litro de nafta súper a casi 25 pesos en la Ciudad de Buenos Aires. De esta forma, la meta del 15% para este año se aleja cada vez más de la realidad.
Las primeras compañías en hacerlo fueron Shell, donde se desempeñaba Juan José Aranguren, y Oil, del grupo Ceibo (ex Indalo). El incremento de los combustibles ronda el 6%, en sintonía con el aumento del dólar en diciembre, que fue del 8%.
En conferencia de prensa, Marcos Peña se refirió al asunto y sostuvo que la gente "se tiene que acostumbrar a convivir con eso". "Los costos son los costos y tenemos que convivir con eso", disparó.
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Peña dijo que la Argentina está reflejando en los valores de venta al público de los combustibles "un aumento del precio del petróleo a nivel internacional, eso es un dato objetivo y no lo podemos negar".
Curiosamente, por el precio sostén del barril de petróleo local, el combustible en Argentina se ubicó entre los más caros del Mundo pese a la baja del precio internacional. Sin embargo, la recuperación de dicho precio internacional se usa como argumento para seguir aumentando en lugar de ajustar los márgenes de ganancia.
Según un relevamiento realizado por el matutino Ámbito Financiero, el litro en Shell ya se vende a más de 24 pesos, con diferencias según los barrios de hasta 50 centavos por litro. La petrolera anglo holandesa tiene un 21% de participación en el mercado, seguida por Axxion (ex Esso), con el 12%. YPF es la que posee la mayor cuota de mercado, con un 55%.
Precisamente, se espera que YPF anuncie formalmente el cambio de su modalidad de venta, el cual implicará ajustar los precios según el barrio, la disponibilidad y la demanda momentánea del combustible.