En un inusual desayuno con jóvenes economistas, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, defendió el modelo económico que generó la corrida cambiaria de las últimas semanas y que puso en jaque su estabilidad en sólo un día.
Sin la presencia mujeres y con escasos heterodoxos, Sturzenegger justificó su política monetaria y repitió algunos de los argumentos que había dado por el informe de estabilidad financiera el miércoles, según reconstruyó El Destape. Si bien se encuentra con consultores, suelen ser ex ministros y no jóvenes sub-40. Tampoco recibe a la prensa, como sí otros funcionarios nacionales.
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“Se mostró receptivo ante algunas de las críticas que le hicieron, pero ignoró otras”, precisó a este medio uno de los presentes. “Mostró la miopía de siempre, con una visión cerrada a lo que quiere escuchar”, deslizó otro. Mientras que un tercero aclaró que “son conscientes de que es una situación más difícil que antes”.
El economista a cargo de la autoridad monetaria negó estar preocupado ante la necesidad de dólares para financiar el déficit de balanza comercial. El modelo de Mauricio Macri se apoya en la importación, aunque también en la exportación de materias primas, pero eliminó la obligación de que las cerealeras liquiden las divisas.
Ante las consultas por ello, Sturzenegger opinó que la restricción externa no es tal, ya que en cada presión sobre el tipo de cambio, el Central puede devaluar. Esta explicación deja de lado la inflación que genera la disparada del dólar, una consecuencia no abordada.
También hizo referencia al megavencimiento de Letras del martes, que puso en apuros al Central y lo obligó a reunirse con los bancos más importantes para pedirles que renueven sus tenencias, como finalmente sucedió.
El titular del BCRA incluso calificó de “sustentable” el modelo que lleva adelante el PRO, con una tasa del 40% y LEBAC por encima de la masa monetaria. El mandamás del rector financiero admitió que el interés es elevado, pero planteó que lo reducirá "más lentamente que en los últimos dos años".
Reiteró que no hubo una corrida en las últimas semanas, sino "turbulencia" en el mercado cambiario y deslizó que no tenía previsto un dólar a $ 25, por lo que tuvo que incluir "un shock de confianza" en sus proyecciones para poder analizarlo. Intentará, por lo tanto, bajarlo a uno más cercano al que entiende puede llevar a la Argentina al mentado "equilibrio" neoclásico con un camino que, empíricamente, nunca llevó a ese destino.
Sturzenegger también reconoció que este año caerá el consumo, ante la devaluación del 31% de los primeros cinco meses. No obstante, reforzó las guías de las metas de alza de precios y confió en que la inflación retrocederá en los próximos años.
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