La medida de fuerza en la línea de subterráneos que conecta las dos principales estaciones ferroviarias del país, Retiro y Constitución, provoca un perjuicio a miles de usuarios que debieron buscar medios de transportes alternativos para llegar a sus destinos.
La sorpresiva media de fuerza es llevada a cabo por un grupo de manifestantes que no pertenecen a la UTA ni a Metrodelagos, gremios reconocidos de los trabajadores del subte, sino por el Sindicato de Trabajadores de Subterráneos (STS). Antonio Morales, secreteario gremial de STS, explicó que el paro se debe a las denuncias que su sector realiza a la empresa "sin recibir respuesta alguna".
"Denunciamos el deterioro de las formaciones, la falta de personal y la colocación de maquinas expendedoras que eliminarán el puesto de boleteros", enumeró Morales en declaraciones a C5N.
A través de un comunicado, la empresa Metrovías informó que la Línea C no pudo iniciar su servicio debido a la presencia de personas ajenas a la operación en la zona de vías. Según la compañía, el conflicto "tiene su origen en el bloqueo de vías llevado adelante por un grupo de treinta personas que impiden la normal prestación del servicio, liderados por un exempleado, con la finalidad de establecerse como una nueva representación gremial".
"Debido a esta situación se están llevando a cabo las denuncias pertinentes ante las autoridades competentes. Metrovías lamenta los inconvenientes que esta medida de fuerza provoca a los miles de pasajeros que utilizan diariamente el Subte para trasladarse por la Ciudad", acotó la empresa. No obstante, Morales afirmó que "el STS está reconocido desde el 30 de mayo, avalados por el Ministerio de Trabajo".
"Contamos con 800 afiliados que no pertenecen a ninguno de los otros sindicatos", dijo el delegado. En tanto, el secretario general de la Asociación Gremial de los Trabajadores de Subterráneos y Premetro (AGTSyP), más conocida como Metrodelegados, Roberto Pianelli, señaló que "un grupo de personas que son conocidas por los trabajadores, porque hace unos años solían venir con las patotas de la UTA que venían a golpear a los trabajadores, bajaron a las vías" para cortar el servicio.
En declaraciones a la radio América, señaló que los metrodelegados "no tienen nada que ver" con esta medida de fuerza y sostuvo que los integrantes del nuevo gremio participaron de "hechos de violencia que desgraciadamente son de público conocimiento, como esa vez que bajaron a la estación Congreso de Tucumán a punta de pistola".
Dijo que entre las personas que interrumpen el funcionamiento en la línea C hay "muchas que ni siquiera trabajan en la empresa" Metrovías, operadora del servicio. También el líder de la UTA, Roberto Fernández, salió en declaraciones a Radio 10 a quejarse de la medida de fuerza y sostuvo que no fue impulsada por su sindicato.
"Quieren que los reconozcan, hacen la medida para que los reconozcan. Acá cualquiera junta cinco pibes y piden la personería provisoria", dijo el gremialista. Sostuvo que entre quienes interrumpen el servicio "hay compañeros, pero también hay desconocidos". "Se tiran dos en la vía y listo, cerraron con llaves, con cadenas las puertas. Generan malestar, eso no lo entendemos, así no te atiende nadie", aseveró el colectivero.