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Los trabajadores no dejaban salir las formaciones desde la cabecera Federico Lacroze, pero luego de la intervención del gobierno porteño, y a la espera de una reunión en la cartera laboral de la Ciudad, decidieron levantar el paro a las 9:45, cuatro hora después de haber iniciado la medida de fuerza.
El paro afectó a alrededor de 300 mil usuarios que utilizan diariamente el servicio que cubre el recorrido entre las estaciones Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas.
Por su parte, la empresa Metrovías informó que la Línea B de subterráneos no inició su servicio debido a "una medida de fuerza sorpresiva llevada a cabo por un grupo de empleados que bloquean las vías" que se produce con el fin de "generar el reconocimiento de un nuevo sindicato en el ámbito del Subte".
Según Metrovías, este nuevo sindicato "no cuenta con representación alguna" y, para alcanzar, los trabajadores "basan su reclamo aduciendo la necesidad de una mayor presencia policial y en el apoyo al grupo de vigiladores que el día lunes ocasionaron también la interrupción de la Línea B".
Mediante un comunicado de prensa, la empresa precisó que "realizará las denuncias pertinentes ante las autoridades" y lamentó "los inconvenientes que esta medida sorpresiva y absolutamente injustificada provoca a los miles de usuarios que utilizan diariamente el Subte para trasladarse por la Ciudad".
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