El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi sobreseyó al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en la causa en que estaba acusado de “insolvencia fraudulenta” por presuntamente eludir el embargo de bienes que le decretó el juez Claudio Bonadio en la causa denominada “Plan Qunita”. El magistrado además determinó que no es necesario que el ex senador declare en indagatoria debido a que no hubo delito.
"Ese acto de disposición no configura ilícito alguno, toda vez que no se vieron frustrados los derechos de los acreedores y con el producto de esas ventas registradas adquirió otro automotor", sentenció el magistrado.
Fernández estaba acusado de haber vendido dos automóviles cuando Bonadio lo había procesado y le había dictado un embargo de 440 millones de pesos por el “Plan Qunita”. El ex ministro efectivamente vendió esos dos vehículos, pero con el dinero compró otro de mayor valor que la suma de ambos, y lo registró a su nombre y dentro de su patrimonio.
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El juez Martínez de Giorgi consideró que con la venta y la compra de los vehículos “no se concibe de qué manera la venta de esos automóviles analizados a la luz de los movimientos bancarios en la cuenta en dólares del Banco Patagonia y la adquisición del vehículo 0 por la suma de $ 1.148.000 podría frustrar el derecho de los acreedores en virtud de que no existen proceso ni sentencia condenatoria en sede civil”.
En el fallo al que tuvo acceso El Destape, el juez sostiene que no hubo irregularidades en las ventas, que se hicieron a precio de mercado. "Cabe recordar que en el delito de insolvencia fraudulenta no se tiene como objeto punir al insolvente, sino al deudor fraudulento que finge insolvencia o que realiza actos dispositivos de su patrimonio con el único propósito de eludir el cumplimiento de una obligación civil", recordó el magistrado.