La popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff bajó a un nuevo mínimo, según datos de un sondeo divulgado este miércoles, con casi dos tercios de quienes respondieron dándole una mala calificación debido al empeoramiento de la economía y a un escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El número de brasileños que consideran al gobierno de Rousseff como "bueno" cayó al 13 por ciento en un estudio realizado por la encuestadora Datafolha, desde el 23 por ciento que tenía esa opinión en una consulta realizada el mes pasado.
Cerca de un 62 por ciento considera que el gobierno es "malo" o "muy malo", mientras que un 24 por ciento lo calificó como "OK".
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El desplome de la popularidad de Rousseff complicará sus esfuerzos para la aprobación de medidas de austeridad en un Congreso que es cada vez más hostil.
Los inversores han dicho que se necesita una combinación de recortes en el presupuesto y alzas en los impuestos para evitar que Brasil pierda su calificación de grado de inversión, frente a la baja en los ingresos por la recesión que probablemente se produzca este año.
Datafolha encuestó a 2.842 personas en 172 municipios entre el lunes y el martes. El margen de error del sondeo es de 2 puntos porcentuales +/-, publicó la agencia Reuters.
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