Las elecciones del 2019 están cada vez más cerca y algunos sectores de la oposición advierten que solo a través de la unidad podrán vencer a Cambiemos. Así lo entiende Felipe Solá y cuatro legisladores más del Frente Renovador, quienes rompieron con Sergio Massa para formar un interbloque con Leonardo Grosso y Victoria Donda. Junto al kirchnerismo serán los sectores de la oposición que más se enfrentarán a las políticas de ajuste del Gobierno.
Junto a Solá se irán Facundo Moyano, Daniel Arroyo, Jorge Taboada y Fernando Asencio. El nombre del interbloque no está definido aún, pero se espera que se conozca este mediodía cuando a las 13 den una conferencia de prensa en el Salón Blanco del Congreso.
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La principal característica de este interbloque será coordinar acciones parlamentarias y presencia en la calle a través de los movimientos sociales. De hecho, este esquema tendrá su debut este martes cuando las organizaciones populares se movilicen al Congreso, con ollas populares, para presentar la Ley de Emergencia Alimentria.
El nuevo interbloque tendrá, por el momento, 10 integrantes aunque se especula con que se puedan sumar dos más del Frente Renovador. Así, el bloque que comanda Graciela Camaño quedará, tras estas cinco bajas, con 13 legisladores.
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La salida de Victoria Donda de Libres del Sur y de Juan Carlos Schmid del triunvirato de la CGT también deben ser leídas en esta línea conformar un frente opositor lo más amplio posible para frenar el ajuste. Y ese frente no excluye al kirchnerismo. "Es hora de que empiecen a definirse las cosas porque ya no hay margen para especular y la única forma de ganar es con el kirchnerismo en un frente", señalaron a El Destape, desde la mesa de coordinación de este espacio que liderarán Grosso, Donda y Solá.
Una salida anunciada
Desde hace varios meses que se esperaba esta salida de Solá. Ya no tenían diálogo y elexgobernador bonaerense se había acercado a Cristina Kirchner. En agosto pasado, según contó a La Nación, se reunió con ella y le pidió "que haga un esfuerzo para olvidar el sectarismo". Desde entonces, se especulaba con que los próximos comicios encuentren en un mismo frente al sector más cercano a la senadora con este nuevo interbloque.
La discusión por el Presupuesto fue el límite para que el massismo permanezca unido. Pese a sostener que la ley de leyes está plagada de "mentiras e ineficacias", Camaño sostuvo en diálogo con Crónica Anunciada que su espacio no iba a "obstruir la posibilidad de que el Gobierno tenga su Presupuesto".
En contraposición, Solá fue tajante: “Un presupuesto que priorice al Fondo y no a la crisis que están sufriendo los argentinos es irreal. No se va a poder cumplir y no lo vamos a votar”.