El Ministerio de Planificación Federal informó que en el mediodía de este viernes se realizó el primer fuego de la caldera número uno de la Central Río Turbio. De esta forma, se pasará luego a la etapa de sincronización del primer generador de vapor que permitirá el despacho de energía a la red.
La central es puesta en funcionamiento por técnicos y especialistas locales, a los que hay sumar unos 1.500 operarios argentinos trabajando en su puesta en marcha.
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La potencia bruta de la central es de 240 MW, compuesta por dos módulos de 120 MW, cada uno con una caldera generadora de vapor de la marca estadounidense Foster Wheeler; una turbina y un generador eléctrico cada uno de los módulos.
El sistema de calderas Foster Wheeler, informó la cartera que conduce Julio De Vido, está basado en la tecnología de lecho fluidizado las cuales están integradas en el Programa de Tecnologías Limpias de los Estados Unidos (EE.UU.), cuyo objetivo principal es la reducción de emisiones de contaminantes.
El combustible de diseño corresponde al carbón mineral extraído del Yacimiento Río Turbio sin necesidad de depurarlo, con el cual se alimenta al generador de vapor. Este carbón, dicen los especialistas, es de excelente calidad, de gran poder calorífico y bajo contenido de azufre.
La Central generará energía para abastecer a la provincia de Santa Cruz y también para ser inyectada en la red nacional mediante la Línea de Alta Tensión de 220 kilovatios que une Río Turbio con Esperanza, y de allí al Sistema Interconectado Nacional.
El "Plan de Recuperación", lanzado en 2005, cuenta con dos objetivos principales: la construcción de la Central Termoeléctrica a Carbón de 240 Megavatios; y por otro lado, la recuperación integral del yacimiento, con el fin de abastecer a la usina y exportar el excedente. De esta manera se ponen en valor las cuantiosas reservas carboníferas de la cuenca.