Luego de tirarle un salvavidas de plomo a Mauricio Macri para que pueda completar su mandato, la titular del FMI dejó su cargo temporalmente por su postulación para conducir el Banco Central Europeo. Esto genera expectativa en el país por conocer a su eventual sucesor, ya que será clave en caso de una renegociación de los condicionamientos, a los que Cambiemos accedió sin defender los intereses locales afectados.
Si bien Lagarde sólo accedió a una licencia transitoria, en caso de que sea seleccionada para el BCE dejará su cargo definitivamente. La directora gerente del FMI tenía aspiraciones políticas dentro de Francia, para lo que intentó que Macri sea su plataforma que la impulse. Para intentar mostrar a Argentina como un caso modelo, la abogada financiera condonó cada uno de las múltiples incumplimientos del Gobierno al acuerdo. Incluso flexibilizó otros objetivos e incrementó el crédito a U$S 57.000 millones, el mayor en la historia del organismo.
Lagarde apareció en escena cuando Wall Street cortó la inyección de dólares a Cambiemos luego de haber absorbido un nivel de riesgo argentino muy elevado. Macri se había quedado sin divisas para sostener su modelo apoyado en la concentración de la riqueza y la fuga de capitales. La irrupción del Fondo consiguió mantener a flote al Gobierno.
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La lista de sucesores no fue planteada, pero algunos nombres ya resuenan en el organismo a pesar de que tampoco está definida su cargo en el BCE. Por un lado, puede volver a surgir Agustín Carstens, el ex titular del Banco de México y ahora gerente general del Banco Internacional de Pagos (el banco central de los bancos centrales). Este economista había quedado preseleccionado a la par de Lagarde en la definición final de 2011 para el FMI. Esto puede perjudicar una potencial renegociación argentina del préstamo multimillonario, dado que sería un director “mucho más duro” que la francesa, según expresaron a El Destape quienes lo conocieron en persona.
No obstante, si se respeta la tradición que lo rige desde sus creaciones, en 1946, los estadounidenses se quedan con la del Banco Mundial, mientras que los europeos mantendrán la conducción del Fondo. Por ese lado rebota el rumor de que la salida se debió a la presión del presidente de EEUU, Donald Trump, que pretende llevar al organismo a una persona que le responda aún más. En esa línea aparece el nombre de Axel Weber, el alemán que dirige el banco UBS y antes presidió el Deutsche Bundesbank.
El cambio de aires para Lagarde se dio pese a su gestión sin resultados para Argentina. Tampoco pesó su condena en Francia por negligencia en la malversación de fondos públicos por su rol como ministra de Finanzas. En 2008 había aprobado una indemnización de U$S 429 millones por parte del Estado por la disputada venta de una firma para el empresario millonario Bernard Tapie, muy cercano al entonces presidente, Nicolas Sarkozy. Por su alto cargo en el organismo internacional, el tribunal no le aplicó una pena efectiva.
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