En caso de ser presidente, Daniel Scioli evalúa no tener ministro de Economía. En la cabeza del gobernador de la provincia de Buenos Aires da vueltas la idea de dividir en tres la cartera que hoy maneja Axel Kicillof y empoderar tres secretarías: Hacienda, Comercio Interior y Comercio Exterior que dependerían directamente del PEN.
La única que tiene un lugar asegurado en esa estructura al día de hoy es la actual ministra de Economía provincial, Silvina Batakis. "Axel va a ser el último ministro de Economía, retiramos la 10", bromeó con El Destape un funcionario bonaerense. Esta decisión se enmarca dentro de lo que va a ser la campaña de cara a las generales del 25 de octubre. Ante las especulaciones de una deskirchnerización sciolista desde el entorno del gobernador le anticiparon a este medio que "el discurso va a ser el mismo, lo que van a haber serán más definiciones".
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En el PRO, por otro lado, creen que la cruzada para llegar al balotaje "es muy difícil, pero no imposible". Así se lo semantizó un peronista amarillo a esta columna a la vez que le anticipó la estrategia de cara a octubre: "El giro discursivo hay que consolidarlo, porque no podemos dejar que Massa nos robe un solo voto". Para eso van a tomar mucho protagonismo en la campaña los dos grandes ganadores de este año dentro del armado macrista: Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.
"Scioli ganó y atrás salieron 70 a hablar, de los nuestros sólo Mauricio. Eso va a cambiar a partir de la semana que viene." En la suma política, mas no aritmética, entra el jefe de ECO, Martín Lousteau, con el que hay un profundo malestar en el armado PRO por la decisión del economista de no apoyar al ex presidente de Boca ante el FpV. "Macri lo odia a Lousteau, porque le dijo que no. Y nosotros no nos vamos a definir por ninguno de los dos candidatos ni en las generales ni en un eventual balotaje", le confió a este medio un operador boina blanca.
La ecuación que hacen en el macrismo es que los votos de José Manuel de la Sota no tienen dueño, pero que los de Rodríguez Saa van a ir para Daniel Scioli. Y recuerdan una frase que, según ellos, sostiene esa tesis: "Procedo a entregarle al señor edecán mi renuncia indeclinable a la Presidencia de la Nación Argentina dirigida a la asamblea legislativa y le pido señor edecán que proceda a viajar a Buenos Aires a hacerle entrega a ese honorable cuerpo". Fueron las últimas palabras del puntano como jefe de Estado. ¿Quién estaba a su izquierda, incólume, incombustible? Daniel Scioli. "Y eso, tipos como Rodríguez Saa no lo olvidan", asegura, vieja guardia, el caudillo macrista.
Fue el propio De la Sota que se comunicó con el jefe de campaña sciolista, Alberto Pérez, para manifestarle su apoyo al gobernador: "Quedate tranquilo que no voy a salir a pegarle Daniel, porque sé lo que es una inundación". Pérez se lo transmitió al mandamás bonaerense y le pidió la reserva del caso. El ex motonauta hizo caso omiso y repitió con una precisión quirúrgica las palabras del Gallego en la conferencia de prensa que brindó al bajar del avión. La distracción se debió, dicen con mala fe, porque le duraba el fastidio de haber visto sólo de lejos el monumento a Vittorio Emanuele II.