En San Juan, hubo conmoción por la desaparición de Mía Ruiz, una nena de 4 años que se encontraba jugando en la puerta de su vivienda en el departamento Chimbas, cuando una mujer pasó y, agarrándola del brazo, se la llevó sin decir una palabra. La mujer fue vista por una verdulera de la zona, Natalia Tapia, a pocas cuadras de la escena, quien advirtió que – cuando pasó por el lugar – dijo palabras extrañas que llamaron la atención. Sin pensar en que se trataba de un secuestro, la verdulera siguió con lo suyo, hasta que en la noche cuando llegó a su casa, vio la imagen de la nena en las fotos que publicó la prensa local y se dio cuenta de todo. Ahí fue que llamó a la Policía y dio la valiosa información.
Mía estaba jugando cuando fue raptada. Su madre, Daiana Ruíz, se había metido a bañar y cuando salió a buscarla, ya no estaba. Con la esperanza de encontrarla en las inmediaciones, pasaron tres horas buscando con familiares hasta que, por fin, hizo la denuncia ante los investigadores de Búsqueda y Rescate de Personas, una división que precisamente, se creó en la provincia por la muerte de un niño que no pudo ser salvado a tiempo, Ariel Tapia, y murió encerrado en una heladera, en diciembre de 2012. Inmediatamente se activó el Protocolo de Búsqueda, que deja atrás la necesidad de que pasen 24 horas del hecho para desplegar el operativo.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En este caso varias dependencias quedaron afectadas a la búsqueda, a sabiendas de que toda la información hallada iba a ser crucial. Casa por casa, los miembros de la fuerza fueron buscando algún dato valioso para la investigación. Hasta que en una casa de Villa Unión, una vecina (Marisa Roldán) brindó los datos filiatorios de la sospechosa y señaló lo que la Policía buscaba, un paradero.
Fue un comisario llegado de Valle Fértil, Jorge Carrizo, quien encontró a la nena cuando llegó a la vivienda precaria donde la tenían oculta, a 15 kilómetros al Este, en Santa Lucía. Eran cerca de las 3 de la madrugada del martes cuando la encontró acostada durmiendo, exhausta, en un colchón mugriento sin sábanas, en una habitación precaria.
Al lado de ella, la sospechosa Teresa Varela (44), quien al parecer es conocida en el ambiente de la prostitución. Se dice que no está muy bien en sus cabales, pero sí lo está su pareja, Rodolfo Tejada (30), quien guarda un frondoso prontuario por robo y uso de armas. Ambos fueron detenidos y puestos a disposición del 3er Juzgado de Instrucción provincial.
La nena sólo tenía raspones y la marca de los tirones de la mujer mala que se la llevó. Lo que resta es establecer más detalles de lo que vivió a través de la Cámara Gesell que será solicitada por la Justicia local, y los informes médicos de la pequeña. Luego de eso, los dos detenidos tendrán que dar explicaciones ante el juez de por qué se la robaron.