En Salta capital, gobernada por el PRO Gustavo Sáenz, se destapó un entramado corrupto que involucra a funcionarios, exfuncionarios oficialistas y empresarios que armaron una asociación ilícita para ocultar el vaciamiento de las arcas del Estado. La investigación, impulsada por el Juzgado Federal de Salta Nº1, a cargo de Julio Leonardo Bavio, llevó a la intervención de los teléfonos de los implicados y permitió reconstruir las maniobras ilegales, concretadas mediante el direccionamiento de licitaciones, la creación de compañías ficticias y el armado de facturas truchas.
El Destape accedió a la investigación judicial, iniciada por una denuncia de AFIP, y a las conversaciones entre los empresarios y “técnicos” para el armado de facturas mellizas, con el fin de “vender IVA”, acumular crédito fiscal y reducir, de este modo, el tributo que deberían abonar al fisco. Según el juez federal Bavio, se encontró que “en muchos casos la utilización de facturas apócrifas (duplicadas) tendría el propósito de ocultar salidas ilegales de fondos públicos cuyo destino habría sido el patrimonio de los mismos funcionarios públicos”.
Tal fue el caso de una conversación interceptada entre el empresario Matías Huergo e Iván Arroyo. El primero es el titular - escondido - de varias empresas que facturaron a la Municipalidad, como ser SEC S.A. (declarada como insolvente por tener al frente a dos personas sin ingresos económicos y tan sólo un empleado registrado) o ARCADIO Obras Eléctricas S.R.L. Mediante la charla entre los dos mencionados, correspondiente al 6 de marzo de 2018, se pudo reconstruir que el exsecretario de Ingresos Públicos del Ejecutivo de Salta capital, Pablo Gauffín, tenía un vínculo con una de las empresas concesionarias: "La operación con Norte Áridos es para él".
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En la transcripción judicial a la que accedió El Destape, se detalló la negociación para el pago de una obra y cómo se pidió una factura de otra empresa “para variar” el proveedor:
Arroyo: No, está bien... che, ¿y el pago de la Muni (de Salta)? Eso para cuando vas a tener algo así como para...
Huergo: Y ayer me junté con Pablito Gauffín y me dijo que me tiene que sacar el pago... de hecho la operación esa con Norte Áridos es para él... es de la Muni (de Salta) que él me pidió que la facture Norte Áridos para variar un poco... pero ese palo viene para mí... pero bueno, vos viste cómo es, traen cronogramas y... pero ésto, ya te digo, antes del quince lo regularizamos. Lo que necesito que me aguantes es con la cámara".
El exfuncionario apareció mencionado en otro llamado telefónico. El 6 de marzo de 2018, Juan Llanos se comunicó con Huergo y éste le anticipó: "Che, te va a llamar Pablo Gauffín, él nos va a hacer una factura igual a la que vos hiciste ayer de Dal Borgo para que no tengamos que pagar IVA, ¿tá? ahora igual te paso... es el Secretario de Hacienda, así que tratalo más que bien".
En base a estas conversaciones, el organismo denunciante concluyó que la mención a Dal Borgo Construcciones, en realidad, funcionó como pantalla para la firma Norte Áridos S.R.L., cuyos socios son los hermanos Dal Borgo y que existió algún tipo de vinculación entre “Pablito Gauffín” y esta empresa ya que, según lo dicho por Huergo, la operación sería para el exfuncionario. Incluso, llamó la atención que el hombre de negocios se haya referido de ese modo al entonces Secretario de Ingresos Públicos del municipio, quien iba a hacer una factura para ellos para que no tengan que tributar IVA. Durante la investigación se detectó que las dos empresas de estos hermanos (Dal Borgo Construcciones y Nortes Áridos S.R.L.) facturaron a la Municipalidad de Salta y, la mayoría de ellas, desde la IP de la casa de Gobierno.
Además, como contó El Destape la semana pasada, en un allanamiento al domicilio del empresario Huergo, se encontró información digital que había sido eliminada pero que pudo recuperarse. Allí, los investigadores dieron con distintas carpetas y, “entre los conceptos pagados, figuran pagos a ‘Pgauffin’ o ‘Pablo Gauffin’ en distintas oportunidades, los que arrojan un total de $1.510.000”.
Luego de corroborar que la empresa de Gauffín no facturó a Arcadio Obras Eléctricas S.R.L. y al propio Huergo, se relacionaron los pagos registrados al funcionario con cuatro facturas emitidas por la compañía SEC S.A., también propietaria del empresario en cuestión, a la Municipalidad de Salta “por la provisión e instalación de farolas, luminarias”. En este entrecruzamiento se constató que “el primer pago registrado en el libro de caja – a nombre del entonces Secretario municipal – coincide con la fecha en que la primera factura fue cancelada por la Comuna, mientras que respecto de las restantes se hizo con posterioridad”.
De este modo, según la causa judicial analizada por este medio, se entendió que hubo un retorno económico al exfuncionario por beneficiar a las firmas del empresario. Incluso, destacaron, se encontró la carpeta “Provisión cheques realizados” en una notebook ubicada en Oficina 2 de Arcadio Obras Eléctricas S.R.L. donde se “consignó que el cheque por $161.278,67 había sido entregado a Gauffín” pese a que en la planilla pusieron otro nombre para despistar.
El armado de facturas truchas
Se detectaron tres maniobras ilegales para ocultar el vaciamiento de los fondos públicos: la creación de empresas fachadas, existentes en lo legal pero insolventes, usadas para delitos tributarios y/o lavado de activos. El ocultamiento de los verdaderos responsables de los delitos mediante la colocación de otros contribuyentes al frente de las firmas y, finalmente, la creación y comercio de facturas apócrifas para facilitar la evasión a terceros con la compra de IVA.
En el último caso, se detectaron una serie de comunicaciones entre los empresarios, “técnicos” y clientes para el armado de estos comprobantes “mellizos”. El 30 de abril de 2018, Gerardo Rubén Romero – un jubilado que figura como titular de varias empresas, pese a no registrar ingresos compatibles para tal rol – se comunicó con Humberto Orquera, quien demandó el servicio: “Yo lo que necesitaba era comprar IVA, me dijeron que usted tenía o podía conseguir”.
Ante este pedido, Romero respondió: “Sí, siempre le consigo para él (para el hombre que le pasó el teléfono a Orquera) ¿usted qué actividad tiene).
- Orquera: Me faltan unos días de factura y ¿usted tiene manual?
- Romero: Claro, yo le conseguiría manual… electrónica está medio difícil para conseguir, no hay problema yo se lo puedo conseguir con la fecha de hoy.
- Orquera: No es necesario, tiene que ser así, durante los primeros días del mes.
- Romero; Ah, bueno, ¿y qué monto total es el que necesita de impuesto?
- Orquera: Necesito de doscientos, doscientos cincuenta.
- Romero: O sea, ¿el total de la factura o el monto de crédito que usted necesita?
- Orquera: El monto del crédito.
Después de este pedido, el 2 de mayo, Romero se comunicó con Francisco Guzmán Garraiga, identificado como “el técnico”, quien armó todo el operativo de facturas truchas.
- Romero: Tengo un pedido de $250 mil de crédito, por entrega de áridos y esas cosas para obra, parece que están haciendo caminos (…) ahora, lo que quiere esta gente es el número de CUIT con la que le haríamos (la factura trucha) para que el contador verifique el Ok.
- Guzmán Garraiga: ¿Es para Valle (Vial) o para otra gente?
- Romero: No, para otra gente, un tal Orquera, pero está a nombre de la mujer la empresa…
Después del pedido, Romero llamó más tarde para ver si se había avanzado con el trámite.
- Romero: Te llamaba para ver si me habías visto el tema ese de las empresas, del CUIT de alguna que vas a hacer.
- Guzmán Garraiga: Y bueno, sería un corralón o de otra ferretería, hacemos eso y bueno, que ellos decidan. Yo estaba por tirar una facturita para que le lleves de modelo, ¿viste? Y que ellos cotejen.
Tras estas negociaciones, Orquera y Romero volvieron a hablar el 11 de mayo de 2018 y debatieron sobre los montos y formas de las facturas.
- Orquera: Es para el mes pasado, de abril, trate de hacerlo cada diez días más o menos, dividirlo en tres, lo que necesitamos es $250 mil.
- Romero: Bueno, así de redondito así no lo podemos hacer sino lo voy a hacer así medio “número quebrado”.
Por este trabajo, Romero explicó: “Estamos cobrando el veinte… no yo, le cobran el veinte, el contador que lo hace, ¿no?, sobre el IVA”.
Estos son sólo algunos ejemplos de conversaciones que permitieron detectar una estructura dedicada a la comercialización de facturas duplicadas o mellizas con Francisco Guzmán Garrido a la cabeza, como “el técnico” encargado de realizar los comprobantes, con la ayuda de Gerardo Romero y Oscar Eslman, dedicados a contactar a los beneficiaros finales de las maniobras ilegales a cambio de un porcentaje del crédito fiscal comprado, con el agravante que muchas de estas facturaciones fueron presentadas en la propia Municipalidad, según manifestó la AFIP, en base a una conversación entre Romero y Guzmán con expresa mención a la casa de Gobierno.