De esta forma, el porvenir que les propone la Casa Rosada es un incremento muy por debajo de la inflación proyectada por las consultoras, todas arriba del 30%.
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Por ejemplo, un soltero que gana 7.000 pesos de salario bruto (5.740 de sueldo neto) no recibió ningún aumento. Sin embargo, y siempre y cuando su ingreso familiar esté debajo de 15 mil brutos mensuales, al tener dos hijos pasará de cobrar 398 pesos de asignaciones a 1.932. Así, llegará a un sueldo de 7.672 pesos, 25% de aumento antes de las negociaciones salariales.
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Otro jefe de familia con 8.000 pesos de salario bruto, o 6.560 de neto, también pasará de recibir 398 pesos de asignaciones a 1.298, ya que pasaría de cobrar 199 a 649 pesos por hijo. Su aumento de bolsillo, antes de la paritaria, pasa a ser de 12,9%. Nuevamente, si esa persona estuviera soltera, el aumento sería 0.
En Ganancias la situación es similar. El mínimo no imponible para un soltero pasó de 12.400 neto a 18.880, lo que representa un 53,4% de incremento del mismo. Para un casado con dos hijos que estaba incluido en el tributo, el MNI subió de 9.300 pesos a 25.000, un 160% de aumento, aunque cabe recordar que si ganaba menos de 15.000, estaba exento. La medida, según estimaciones del gobierno, genera aumentos del sueldo de bolsillo de entre el 6% para los salarios más altos hasta el 22% para los que recién ingresan a pagar y tienen una familia.
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Sin embargo, para un soltero la situación es diferente, ya que la distancia del MNI entre un soltero y el sueldo de un jefe de familia tipo es de 32,4%. Una persona que gana 32 mil pesos de remuneración bruta (26.000 neto), pasó de tener una base imponible (la diferencia entre sus ingresos brutos y todos las deducciones) de 325 mil pesos anuales a 170 mil, lo que implica una reducción de 47,7%. En el caso de tener esposo/a con dos hijos, la base imponible baja de 291 mil pesos a 91 mil, un 68,7%. Es decir, aquellos que tienen una familia están más cerca de, por lo menos, empatarle a la inflación del 2016, mientras que los solteros afrontarán una situación complicada si termina imponiéndose la pauta salarial que quiere la Rosada.