La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, dio marcha atrás con varias medidas implementadas por su antecesora, Patricia Bullrich, en la materia. También, en un giro discursivo y conceptual, aseguró que se va a "revisar la actuación disciplinaria" de los efectivos de las fuerzas de seguridad involucrados en las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
"Vamos a revisar la actuación disciplinaria en ambos casos de los efectivos que participaron del operativo y toda la cadena de mando para deslindar o determinar responsabilidades de todos los que participaron", dijo la ministra en diálogo con radio Metro esta mañana.
Al ser consultada sobre si cree que el operativo de Gendarmería tuvo responsabilidad en la muerte de Maldonado, Frederic respondió: "Sí, sí, creo que el operativo fue pésimamente realizado, tuvo decisiones desarcertadas y fuera de los protocolos, y hubo responsabilidades".
Por otro lado, quedaron sin efecto la doctrina Chocobar, el uso delas pistolas Táser, el Servicio Cívico Voluntario y el pedido del documento nacional de identidad en los trenes.
Este martes, la ministra publicó una resolución en el Boletín Oficial por la que derogó varias políticas impuestas por el Gobierno anterior y lanzó un importante gesto a la sociedad y las fuerzas de seguridad.
La doctrina Chocobar se formalizó hace tiempo, después de que el policía, de nombre Luis, asesinara por la espalda a un delincuente que, tras apuñalar a un turista, escapaba. El oficial fue recibido por Bullrich, el expresidente Mauricio Macri y varios funcionarios de la cúpula mayor de la gestión anterior.
Esta iniciativa le daba amplias facultades a los efectivos policiales para disparar, incluso sin dar la voz de alto. La actual Ministra consideró que eso atentaba "contra el principio de proporcionalidad y el de racionalidad del uso de la fuerza letal", lo que ponía en peligro a toda la sociedad.
"Este uso 'irracional' incrementa la violencia en los hechos delictivos", "convierte en extremo cualquier enfrentamiento" y "estimula, por ende, el uso de armas por parte del personal de las fuerzas policiales y de seguridad y por parte de quienes pretendan delinquir", se argumentó desde el Ministerio.
También se derogó el reglamento para el uso de pistolas Taser, menos letales, al argumentar que sólo regula de manera "vaga" y "genérica" la utilización. La falta de estas normativas "ocasiona una situación de peligro exponencial -pudiendo transformar su uso en letal-, toda vez que no se delimita claramente la distancia a la que debe ser utilizada el arma". Sobre esto último, se refiere a "los lugares del cuerpo donde pueden realizarse las descargas, cuánto deben durar las mismas, si pueden reiterarse, la población sobre la cual su uso debe estar totalmente prohibido, cómo proceder ante una posible descompensación, qué controles médicos deben realizarse con posterioridad a fin de no padecer problemas en la salud, entre muchas otras circunstancias".
Además, se eliminó el Servicio Cívico Volunario, orientado a jóvenes de 16 a 20 años para que se formen "en valores" dentro de la Gendarmería nacioinal, al considerar que "las tareas encomendadas a esa fuerza son completamente ajenas" a sus competencias. Cuestionó "la habilitación de un espacio de intervención entre una fuerza de seguridad militarizada con niños, niñas y adolescentes".
En el caso del Programa Ofensores en Trenes, por el cual los efectivos de seguridad podían pedir DNI a los pasajeros, fue eliminado al entender que "criminaliza a los trabajadores mediante un exceso de controles innecesarios e injustificados", dado que "se trata de una herramienta que pone a disposición de las fuerzas policiales y de seguridad la posibilidad de reforzar criterios de selección y discriminación".
De este modo, Frederic dio un claro mensaje a las fuerzas de seguridad y la sociedad toda, en pos de un cambio cultural que llevará tiempo pero que ya marcó una diferencia sustancial con la gestión anterior.