A más de 10.000 kilómetros de la Argentina, River se quedó con la histórica Superfinal de la Copa Libertadores al derrotar por 3 a 1 a Boca, en el tiempo extra de un partido intenso y cargado de emoción.
En una final más que dilatada que había perdido el brillo por las miserias del negocio, el fútbol también amplió el suspenso un poco más allá y llevó la definición a un exhaustivo tiempo suplementario, que le devolvió algo de ese fulgor perdido en los escritorios.
Desprolijos, imprecisos y poco oportunos. Así comenzaron los dos equipos el partido, igual que la bochornosa sucesión de idas y vueltas protagonizada los por los dirigentes del fútbol sudamericano en torno a la disputa del partido.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Quizás con prudencia excesiva para no quedar expuesto, River se mostró dubitativo y no consiguió flaquear a un Wilmar Barrios, que fue el patrón del mediocampo, para provocar daño en la ofensiva. Del otro lado, boca fue más voluntad que fútbol, una fórmula que ya es marca en el equipo de Guillermos Barros Schelotto y contó con dos oportunidades claras en los pies de Pablo Pérez: Primero con una volea que Franco Armani contuvo sobre la línea de gol; luego con un remate al borde del área chica que se desvió en la defensa 'Millonaria'.
Sin ser dominador, el 'Xeneize' presionó a su clásico rival, tanto como Daniel Angelici para que el partido nunca se jugara, y lo arrinconó contra su arco, aunque sin ser punzante en el tramo final. Los dirigidos por Marcelo Gallardo recién consiguieron ponerse a tono hacia el final de la primera mitad. Algunas salidas rápidas, pero desordenadas hicieron que los zagueros boquenses se comprometieran con un partido que los había tenido como espectadores.
Sin embargo, lo que parecía ser el despertar de River se convirtió en el empujón final para que Boca plasmara su ventaja en el marcador. Tras un contragolpe fallido del 'Millo', los mecanismos de Boca se accionaron con precisión suiza y Darío Benedetto coronó la jugada con una de esas definiciones que Lionel Messi suele dibujar cada tanto en el derbi entre Barcelona y Real Madrid.
En el complemento, Boca cedió la iniciativa y el 'Millonario', impulsado por el resultado, salió a buscar el empate con todo el peso ofensivo de sus atacantes. El planteo frontal de los riverplatenses causó la gran polémica del partido, cunado en medio de desinteligencias defensivas, el arquero Esteban Andrada se llevó puesto a Lucas Pratto, quien estaba por rematar en una clara posición de gol. El árbitro Andres Cunha no recurrió al VAR y dictaminó que la clara infracción no fue tal.
Sin embargo, el 'Oso' tuvo su revancha un puñado de minutos después, luego de una buena combinación grupal que concluyó con una asistencia certera de Ignacio Fernández para que el ex 'Vélez' igualar el tanteador.
El retorno de la igualdad también devolvió el juego a la casilla de inicio, con equipos más pendientes de no cometer errores que de de ir por la victoria y el alargue llegó como una crónica anunciada.
El tiempo extra empezó de la peor manera para el equipo de Barros Schelotto, que sufrió la expulsión de Wilmar Barrios en el reinicio del juego por doble amarilla, en una jugada que volvió a dejar dudas sobre el desempeño de Cunha.
La salida de Barrios modificó los planes de ambos equipos y transformó el partido. Matías Biscay (estuvo en el banco en lugar de Gallardo, suspendido) envió a la cancha al joven delantero Julián Álvarez, de apenas 18 años, para aprovechar la ventaja númerica; mientras que Boca tuvo que resignar a Sebastián Villa para recomponer la defensa con Leonardo Jara. Pero el tanteador no se modificó.
La segunda parte del suplementario fue una batalla por desgate. River cargó contra el área 'Xeneize' y horadó su última línea con una seguidilla interminable de ataques. No obstante, necesitó de la virtuosa pegada de Juan Fernando Quintero, quien fabricó un tiro espectacular y calvó un golazo con ayuda del travesaño.
La alegría de los hinchas 'Millonarios' que cortó el tenso silencio de cada calle de la Argentina casi se interrumpe en un segundo, ya que apenas instantes después del gol, Camilo Mayada casi descolocó a Armani, quien evitó el tanto en contra.
Boca no se quedó y fue con todo, hasta con un desesperado Andrada que se convirtió en un delantero más, y chocó contra un Armani en su mejor versión. Pero también con la mala fortuna: el ingresado Fernando Gago se resintió de una lesión y abandonó el campo, al tiempo que el poste le negó el empate a Leonardo Jara.
Con el 'Xeneize' completamente jugado, el guión de la película 'Millonaria' terminó con un final espectacular. Sin resistencia, Gonzalo 'Pity' Martínez se escapó de todos y sentenció la historia con el arco vacío, antes del pitazo final.