Con goles de Gonzalo Martínez e Ignacio Scocco, River venció por 2 a 0 a Boca en Mendoza y se coronó campeón de la Supercopa Argentina ante su eterno rival, en un partido histórico.
El 'Millonario' se quedó con la segunda final superclásica disputada en más de 250 enfrentamientos entre ambos y revirtió la mala imagen que mostró en el último tiempo en el torneo local.
River mostró mayores capacidades desde el comienzo con tres jugadores clave: Ignacio Fernández por la zona ofensiva izquierda, 'Pity' Martinez como creador de las ofensivas y Rodrigo Mora como referencia de ataque. Por su parte, Boca sufrió en defensa para contener la velocidad de su adversario y sólo contó con algunos pasajes de Cristian Pavón en el otro lado del campo, aunque el delantero estuvo muy impreciso en el tramo final de la cancha.
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Las intenciones de ambos equipos se transformaron con rapidez en agresividad y empuje y el fútbol escaseó al tiempo que la fricción se hizo protagonista. La consecuencia directa fueron varias faltas y una amarilla para varios jugadores.
Al millonario le costó llegar al área pese a tener el monopolio de la pelota, pero a los 18 minutos consiguió la llave del gol después de Edwin Cardona cometiera un penal sobre 'Nacho' Fernández. El encargado de cambiar la infracción por gol fue Martínez, quien definió con tranquilidad para poner el 1 a 0 y aplacar al 'Xeneize' cuando parecía despertarse.
Los conducidos por Guillermo Barros Schelotto intentaron reaccionar, pero River supo mantener la ventaja con la posesión y anular las pocas llegadas de su archirrival.
Ya en la segunda parte, Boca salió a quemar las naves y mostró una actitud mucho más ofensiva con Carlos Tévez más activo, algunas intervenciones de Cardona y la presencia del siempre picante Pavón. Pero Franco Armani se lució durante varios minutos para evitar la caída de su arco y convertirse en la figura del partido.
Las ilusiones del equipo boquense se apagaron en su mejor momento con un contragolpe fugaz donde 'Nacho' Fernández condujo la pelota por toda la cancha y se la cedió a 'Pity' Martínez, quien se deshizo de una marca y asistió al recién ingresado Scocco para que sentencie la historia.
El golpe fue durísimo para el 'Xeneize' que ya no pudo recuperarse y fue al ataque más con amor propio que juego. Del otro lado, River se dedicó a gestionar la desesperación de su rival y el tiempo de juego para festejar en el Superclásico más importante de los últimos 40 años.
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